¡Quiero un bebé! » minatozaki sana.

☁️SEVEN

Los días habían pasado y Sana intentaba hablar con su esposa para que aceptara comenzar con el tratamiento. Dahyun le había prometido a Momo que llevaría a cabo el tratamiento y después pediría el divorcio a Sana.

Las casadas estaban en el comedor observándose fijamente, Dahyun veía a una mujer preciosa pero que simplemente no lograba amar de la manera correcta, por otro lado Sana sentía una pizca de culpa al pensar que con T/n sintió algo que con Dahyun jamás.

Sus corazones no querían estar juntas, sus corazones querían a otras personas lejanas al matrimonio pero ninguna tomaba fuerzas para hacer el otro paso y dar fin al matrimonio desamorado.

¿Cómo se habían casado sin si quiera amarse? La cosa era fácil y es que había sido un matrimonio arreglado por sus padres.

Los poderosos Minatozaki deseaban que su única hija estuviera con la exitosa Kim Dahyun hija de los mejores abogados en la ciudad. Tras un acuerdo ambas se tuvieron que comprometer a la fuerza, Sana al inicio amo a Dahyun, pero la última mencionada sólo le tomó un cariño en hermandad.

En su primer aniversario Dahyun se encontró a Momo y ahí conoció a su verdadero amor.

Más ninguna lograba decirle a la otra que no la amaba y se perdían en engaños.

Dahyun aclaró su garganta llamando la atención de Sana.

— Lo pensé y quiero darte lo que deseas, mañana estoy en mi tercer día de periodo, hablé con la especialista Kang. Te daré un hijo — confesó Dahyun.

Sana dio un brinquito de felicidad en su lugar. Abrazo por el cuello a Dahyun dejando besos en las mejillas pálidas.

— Gracias Dubu — agradeció.

Dahyun imagino a Momo en la misma escena y sonrió enormemente.

— Te amo tanto — habló Dahyun besando a Sana, en su mente lo hacía realmente con Momo.

— Te amo también — correspondió Sana.

— Haría lo que fuera por tú felicidad, antes de ser tú esposa soy realmente tú mejor amiga — aclaró Dahyun dejando un beso en los labios de Sana.

...

Nuevamente se encontraban entrando en el edificio médico. Sana iba emocionada pero este sentimiento desapareció al recordar que afirmarían tomar el método frente a T/n. Prácticamente se lo dirían a ella.

Entraron saludando a la especialista. Kang ocultó su asombro al verlas entrar, no creyó que tomarían una decisión de ese rango en tan sólo unos cuantos días, para ser precisos en quince.

Al tomar asiento, la cita médica dio inicio.

Dahyun mostró sus estudios y tomó aire para repetir las palabras antes dichas a Sana.

— Lleváremos acabó el método ropa, estoy en el tercer día de mi periodo cómo usted lo pidió.

Kang T/n asintió con una pequeña sonrisa que no llegó a sus ojos.

— De esto se encargará mi compañera Zhou Tzuyu si no les importa, por ahora podemos empezar haciendo una ecografía y confirmaremos tus ovarios, si eso sale bien podemos seguir con la estimulación.

Dahyun asintió sintiendo pequeños nervios. Pasaron a la zona de trabajo en el que ya Dahyun vestía una bata sin ropa debajo.

La peli negra observaba en la pantalla. Estuvo unos minutos haciéndolo hasta que notó todo de maravilla. Llamó a Tzuyu y está trajo consigo la jeringa con estimulación.

El primer paso para lograr concebir el bebé estaba llevándose acabo. Sana llevaba una sonrisa tímida en su rostro, T/n se encontraba disgustada, Dahyun por otro lado ahogaba sus ganas de llorar al no ver a Momo en esa sala.

Al finalizar y cuándo la pálida se encontró nuevamente vestida comenzaron las medicaciones.

— Nos veremos nuevamente en dos días, agenden con mi asistente — concluyó T/n.

El matrimonio agradeció por la ayuda y salieron de la oficina dejando a una decaída coreana, golpeó su cabeza un poco y escuchó la risita de Tzuyu.

— Eres realmente un caos, te acostaste con ella, te deja y ahora la ayudas a concebir un hijo con su esposa — narró la taiwanesa entre risas.

— Bien, ya entendí, sal de mi oficina y encárgate de ellas en la próxima visita — pidió.

— Imposible, tengo seis embarazos ahora, ese es tú cargo — concluyó la taiwanesa saliendo de la oficina.

T/n sabía que lo único que la haría sentirse mejor en ese momento era encontrarse con sus dos mujercitas, Ryujin y Yeji.

Llamó a las madres de ambas niñas y rogó porqué  las dejaran en su apartamento.