☁️FOURTEEN

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Sana estaba sobre el sofá, había recostado a los niños hace un rato y ahora sólo se encontraba con el matrimonio

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Sana estaba sobre el sofá, había recostado a los niños hace un rato y ahora sólo se encontraba con el matrimonio.

— T/n está por llegar, nos iremos ahora, se nos hará tarde para manejar después — habló Seulgi.

— Gracias por la comida de hoy, eres muy buena en la cocina, nos vemos pronto — despidió Irene.

— No fue nada en realidad, espero lo hayan disfrutado — respondió Sana con sus mejillas ardiendo tras los halagos.

— Deberíamos encontrarnos pronto en el spa, sería buena idea disfrutar de un sauna — sugirió Irene.

Tras hablar un poco y ponerse de acuerdo en encontrarse próximamente en un spa el matrimonio dejó el apartamento. Sana se escondió en las cobijas observando la película en el televisor.

Su estómago rugió, al levantarse un cólico la hizo retorcerse y se volvió a sentar sobre el sofá.

— Mierda, cómo duele — siseó.

Cuándo el dolor pasó se levantó despacio, fue hasta el comedor tomando un poco de fruta y comiendo silenciosamente ahí.

La puerta del apartamento se abrió por T/n, la coreana no venía con el mejor humor, tras recorrer el pasillo observó su hogar limpió. Su ceño se frunció al ver a Sana masticar una uva casi dormida en un taburete y con una de sus manos presionando el abdomen bajo.

T/n camino intentando mantener silencio, saco la uva y después apartó un poco la mano del estómago de Sana, la última mencionada despertó.

— ¿Duele? ¿Te golpeaste con algo? — interrogó inspeccionando la zona.

— Sólo fueron algunos cólicos — aclaró Sana.

La coreana asintió comprendiendo aquello, dejó un beso en el abdomen de Sana y la última soltó una suave risa por el cosquilleo que la recorrió.

— Es normal, lo más seguro es que mañana llegue tú menstruación — masculló T/n.

— Lo sé — suspiró Sana.

Kang tomó lugar en un taburete cercano al de Sana.

— ¿Qué haces aquí? — cuestionó sin entender.

— ¿Debo sólo decirlo? — preguntó Sana mordiendo el interior de su mejilla.

— Quiero que seas directa, ¿que haces aquí nuevamente?, supuse que estarías durmiendo en los brazos de Dahyun o algo así.

Sana se removió incómoda en su lugar, tras tomar aire comenzó a hablar.

— Dahyun está engañándome, no sé si lleva tiempo haciéndolo o si es nuevo, no lo sé. Cuándo llegue al apartamento quería hablar con ella sobre lo que ocurrió en la llamada pero las encontré en pleno
acto— susurro avergonzada Sana.

— ¿Te encuentras bien? — indagó T/n.

Sana asintió pensativa.

— No se cómo hablar con Dahyun, mañana tenemos el tercer control, ¿qué hacer?, nadie jamás te enseña a hablar sobre infidelidad — murmuro Sana.

— Se podría decir que eres mi primer pareja oficial así que tampoco sé mucho sobre eso — respondió
T/n — deberías pedirle que hablen en su apartamento solo cuéntale lo que viste y lleguen a un acuerdo, quizás hay una explicación comprensiva, no lo sé — siguió T/n.

— Lo haré, por ahora quiero dormir, siento mis ojos muy pesados, ¿puedo dormir aquí? — cuestionó.

— Ni siquiera debes preguntarlo, Sana.

La coreana tomó la mano de la japonesa y en esa posición caminaron a la habitación de la menor.

— ¿Estuviste con mis madres?

— Lo estuve — afirmó Sana.

— Lamento si dijeron alguna cosa sacada de contexto, a ellas les emociona bastante que su primer hija esté "saliendo" con una mujer, a ellas realmente les agradaste — narró Kang.

— También me agradaron, son un excelente matrimonio, no te preocupes ellas no me contaron muchas cosas vergonzosas sobre ti — jugueteó Sana.

Al estar recostadas ambas en el colchón T/n decidió que debía levantarse a dar un baño, estaba sudorosa y quizás tenía mal olor por la jornada de trabajo.

— Me bañaré, regreso en unos minutos.

Sana jaló perezosamente el brazo de su contraria evitando que hiciera un nuevo movimiento.

— Si me dejas lloraré — masculló Sana.

Una sonrisa pervertida apareció en el rostro de la menor, se levantó y cargo el cuerpo de la japonesa llevándolas al baño a ambas.

— Entonces nos bañaremos ambas — finalizó T/n.

Desnudó con sutileza a la mayor y besó cada parte descubierta de su piel, su lengua vago por el cuello de Minatozaki.

— Te extrañe tanto hoy — susurró Kang.

— También lo hice — correspondió Minatozaki.

Sus labios se unieron en un beso suave que demostraba lo mucho que se extrañaron, lo mucho que se pensaron y necesitaban en ese momento.

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¡Quiero un bebé! » minatozaki sana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora