Sana despertaba, se incorporó en el colchón notando que estaba en una habitación de hospital, unas manos acariciaron su rostro y al girar encontró a Kang a su lado.
— ¿Estás bien? — preguntó T/n.
— Lo estoy, ¿qué ocurrió?
— Lo mismo quisiera saber yo, presioné los estudios para saber si hay algún problema, pensaba también hacer un ultrasonido para ver si existe algo que haya provocado ese sangrado — masculló la coreana.
— Está bien — suspiró Sana — me siento enferma en verdad, mi abdomen duele — explicó.
— Es todo mi culpa, desde que note que dolía tuve que hacerte un chequeo — se culpó la coreana.
— No es tú culpa, aparte estaré bien — tranquilizo Sana.
— Me preocupe mucho — confesó T/n.
La coreana se sentó a orilla del colchón y atrapó los labios de Sana en un beso tierno. Al separarse T/n acarició el rostro ajeno.
— ¿Cómo llegue aquí? — cuestionó Sana.
— Mis madres te trajeron, están afuera esperando alguna noticia, insisten en que no se irán hasta saber que te encuentras bien — explicó la coreana.
— Bien, entonces hagamos eso, revisa si todo está bien — pidió Sana con un tono dulce.
T/n asintió. Buscó los artefactos que usaría y puso manos a la obra. Después de que Sana despejara su vejiga se recostó nuevamente.
— Seré cuidadosa, si algo te perturba dímelo.
Sana le regalo una sonrisa tranquilizadora. Kang siguió con lo que hacía, adentró a Sana aquel transductor y observó atenta el monitor que mostraba el interior de la japonesa.
— ¿Hay algo extraño? Tú silencio me pone muy nerviosa — murmuro Sana.
Los ojos de la obstetricia se agrandaron al notar lo que había en el útero de Sana, no es que fuera negativa pero esperaba quizás alguna señal de quistes o algún tumor en ovarios, estaba lista para cualquier cosa menos para lo que sus ojos vieron.
Se apartó del monitor con sus ojos acuosos y dirigió su mirada a Sana.
— ¿Con cuántas personas te has acostado? Quiero la verdad Minatozaki — indago Kang.
Las mejillas de Sana ardieron.
— He estado sólo contigo y Dahyun — confesó.
— ¿Me lo prometes?
— Te lo prometo, T/n.
Pequeñas lágrimas salieron de los ojos de la coreana y regresó su mirada al monitor sin poder creer nada de lo que sucedía.
— ¿Hay algún problema? ¿No podré prestar mi vientre para el método? ¿Qué sucede? — interrogó Sana.
— Bien, ¿recuerdas la fatiga y dolores en el abdomen? — inquirió T/n.
— Pues claro, también hubo mareos — agregó la japonesa.
— Hay dos noticias, una mala y una buena, ¿cuál quieres oír primero? — preguntó Kang.
— Dame la negativa — suspiró Sana.
— No podrás prestar tú vientre.
Sana bufó fastidiada.
— ¿Eso que tiene de bueno? — gruñó.
La coreana giró el monitor para que Sana también pudiese verlo y subió el volumen. Pequeños latidos hicieron eco en la habitación. T/n señaló un pequeño saco que había en la pantalla.
— Tienes un mes de embarazo, Sana. Lo bueno es que llevarás nuestro bebé — habló la menor.
— ¿Son sus latidos? — interrogó Sana llegando más cerca del monitor.
— Lo son, amor. Podemos seguir con esto si tú lo deseas, no te obligaré a nada — aclaró la menor.
Sana sintió sus propias mejillas empaparse de lágrimas, negó repetidas veces y se inclinó a besar los labios contrarios.
— Lo tendremos — aseguró Sana — tendremos nuestro lindo bebé.
Cuándo estaban por unir nuevamente sus labios la puerta se abrió por Tzuyu que venía con el rímel corrido y sus ojos rojizos.
— ¡Sana está embarazada! — chilló.
La taiwanesa olvidó cerrar la puerta a sus espaldas y por ella se asomaron las madres de T/n llorando de inmediato al escuchar lo dicho.
— ¡Seremos abuelas! — festejó Seulgi.
Toda la habitación del hospital se volvió un mar de lágrimas. Estuvieron unos minutos más escuchando aquellos latidos y besándose completamente felices por aquella noticia.
¡Sana tendría un bebé de la persona que amaba!
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¡Quiero un bebé! » minatozaki sana.
Fanfic❝ Sana es una feliz mujer, está casada con su linda Dahyunie, no habría cosa que no hiciera por ella. Sana deseo tener una familia con Dahyun pero está se había enamorado perdidamente de una mujer que no era Sana. Mientras era engañada la japonesa...