¡Quiero un bebé! » minatozaki sana.

☁️THIRTEEN

Sana daba vueltas por el pasillo esperando que la puerta del apartamento fuera abierta más esta simplemente no lo hacía, presionó nuevamente el timbre y está vez la puerta fue abierta.

— ¡Oh cariño! Estás aquí — festejó Seulgi.

— ¿Puedo pasar? — inquirió la japonesa y Seulgi asintió apartándose un poco.

Caminaron por el largo pasillo llegando a la sala de estar, Joohyun se encontraba alimentando a Hyunjin mientras Seulgi regresaba a jugar con las dos princesas.

— ¡Que alegría verte por aquí! — chilló Irene.

Sana tomó lugar en uno de los sofás y con su mano saludo a las niñas.

— T/n salió hace un rato, debía recibir un bebé y tenía toda una agenda que se llenó, al parecer llevaba días sin salir de casa — explicó Seulgi.

— Oh, ya entiendo. ¿Tienen alguna idea de cuál es su hora de llegada? — inquirió la extranjera.

— Probablemente eso sea muy tarde — respondió Irene.

— Bien, la esperaré entonces, ¿puedo? — habló Sana.

Una sonrisa sincera se formó en los labios del matrimonio, saber que había alguien esperando por su hija les alegraba de sobremanera. A la par asintieron.

— Estaremos acompañándote, podremos ayudarte con los niños, creo que será toda una carga si los tienes sola — dijo Seulgi.

— Muchas gracias, prepararé algo de comer para nosotras.

Tras hablar Sana esta se adentró a la cocina preparándose para crear una comida presentable.

...

— ¿Escuchaste eso? — preguntó Dahyun separándose de los labios de su amante. 

— ¿Qué?

— Escuché la puerta cerrar, Momo.

La coreana pálida se levantó del suelo sin cubrir su desnudes, fue hasta el pasillo notando un poco de tierra en la entrada, suspiró también al ver la chaqueta de Sana ahí.

— Sana estuvo aquí — murmuró la pálida comenzando a sentir nervios.

— ¿Cómo lo sabes? — cuestionó Momo llegando a su lado.

— ¿Tú notaste la chaqueta ahí? — inquirió la pálida y Momo negó ante la pregunta — bueno, eso no estaba ahí.

Ambas se observaron, los nervios eran evidentes, Dahyun temía que Sana reaccionara de una mala manera, Momo temía ser dejada por la coreana.

— Deberíamos irnos ahora, más bien creo que deberías irte Momo — suspiró Dahyun.

...

Sana estaba por terminar de preparar el almuerzo, estaba frente a la estufa cuándo un dolor en su abdomen bajo apareció, se quejó levemente presionando la zona, cómo si eso pudiera aliviar el dolor.

Escuchó su celular sonar y al intentar llegar a él para responder sintió todo su alrededor agitarse, estaba sintiéndose mareada y unas ganas de devolver sus alimentos apareció.

Buscó un vaso y lo relleno de agua bebiendo de él en grandes tragos, intentando calmar sus náuseas. Su celular seguía sonando y al notar el nombre de Dahyun brillar en la pantalla respondió.

— ¿Si? — respondió.

— Buenos días, ¿en dónde estás?, tengo pensado que quizás podríamos ir a desayunar cómo antes, estamos cerca del tercer control — habló Dahyun.

— Cierto, olvidaba eso último, aún no puedo dejar a los niños solos, ¿podemos aplazarlo? — cuestionó Sana.

— Creo que podríamos hacerlo, en dos días es nuestra cita médica, no lo olvides — recordó Dahyun.

— No lo haré — aseguró la extranjera.

— Mmh, Sana... ¿viniste a casa? — cuestionó la pálida.

— ¿Qué dices? No puedo dejar a los niños ni un segundo, ellos son muy pequeños y juegan tanto, debo estar cerca a ellos, claro que no he ido — aclaró.

— Bien, nos vemos después, cuida bien de ellos, te quiero Sana — concluyó la coreana antes de colgar la llamada.

Los nervios en Dahyun eran enormes, mientras que Sana se sentía mal, ¿cómo su matrimonio era así?, estaban llenas de mentiras. Cubrían sus mentiras con más de ellas. Mentira tras mentira.

Sana necesitaba tres coreanas en ese momento, lastimosamente ninguna de ellas se encontraba disponible; Nayeon estaba luchando por alimentar a su bebé sin llorar ante el ardor, Chaeyoung se encontraba siendo apoyo de sus padres y hermano enfermo, por último T/n estaba molesta con ella y trabajando.