Simplemente se tú mismo

CAPÍTULO 4

-Hola Alex, ¿Me extrañaste?

-Te extrañe muchísimo Oompa Loompa -me agache a abrazarla y entonces los ví, venían arrastrando sus maletas por el pasillo

-A nosotros ¿también nos extrañaste?- preguntó mi padre, cargué a mi hermanita y corrí a abrazarlos

-No tienen la menor idea de cuánto los extrañaba- dije con la voz entrecortada y lágrimas formándose en mis ojos.

-¿Qué hacen aquí? -pregunte mientras ayudaba a meter las maletas

-Venimos a darle apoyo moral a nuestro hijo, regresaremos en una semana cuando tus trámites estén concluidos en la universidad- contestó mi madre.

-Gracias- es todo lo que podía decir, estaba muy feliz. Los necesita muchísimo.

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-¿Por qué estás tan sonriente? -preguntó Mariana mientras la miraba sacar sus libros de su casillero.

-¿No puedo estar feliz? -contraataque

-Claro que si Alex, pero te he visto demasiado triste estos últimos días y hoy estás con una sonrisa enorme, eso es extraño.

-Mi familia está aquí- contesté sonriendo -Me dieron una sorpresa, ayer estaba jugando videojuegos y de repente tocaron la puerta, ahí estaba ella, tenía una sonrisa enorme, no sabes cuánto la extrañe Mariana, me hace inmensamente feliz.

-¿De quién hablas Alex? -preguntó cerrando su casillero

-De mi hermanita, mi pequeña Oompa Loompa. Esa niña me hace muy feliz.

-Por un momento crei que hablabas de una chica.

-Ojala fuera una chica, así dejaría de pensar en Lucia. -dije mientras la miraba de lejos, cerraba su casillero y emprendía su camino hacia su primera clase.

Mariana se dió cuenta - Ay Romeo, todo estará bien. Ya verás.

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Estaba en la salida de la universidad esperando el autobús, tenía mis audífonos puestos. No me percate de la persona que se paró detrás de mí. Hasta que tocaron mi hombro, me di vuelta y quité mis audífonos.

-Hola- dijo

-Hola- que se supone que dijera, no tenía la menor idea de quién era esta chica. -¿Puedo ayudarte en algo?- pregunté al ver que no decía nada.

-Te envían esto -me entregó un pequeño papel, y se fue corriendo. En este estaba escrito "Necesito hablar contigo, si aceptas verme te espero dónde nos vimos por última vez hace 11 años" L.

Sabía perfectamente quién era, el problema ahora era ¿yo quería verla?, Lucia había destruido mi corazón, lo intenté, muchas veces y no quiso escucharme. Arrugué el papel y lo lancé a la basura. Creo que es momento de cerrar ciclos.

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El viejo parque, ese lugar donde nos reunimos a jugar por última vez hace casi 11 años. La mire lejos, caminaba de un lado a otro, con la mirada atenta, buscándome. ¿Me acerco o me voy? Mi mente se debatía entre las opciones, al final creo gano mi corazón.

Salí de mi pequeño escondite, ella me miró, comenzó a caminar hacia mi y yo hacia ella. Nos detuvimos cuando estuvimos cerca.

-Por un momento pensé que no vendrías

-Lo pensé Lucia, estuve a punto de irme. ¿Para que me citaste?- dije serio

-¿Podemos sentarnos?