30 vicios de los Merodeadores [Fanfic]

24.- Control

Disclaimer: todo es de J.K! Menos esta mini historia... ¿claro?

24.- Control

Eran las tres de la madrugada de esa apacible noche y Sirius Black moría de hambre, sentía que si no conseguía algo para comer, terminaría por despertar a todo el castillo con el rugir de su estomago.

Se levantó mientras tomaba la capa de invisibilidad de James para cubrirse, las pantuflas de Lupin y la bata de Peter, que le iba bien de tamaño, ya que no podía permitirse el lujo de que alguna chica lo viera en pijama y cayera rendida a sus pies.

Mientras bajaba las escaleras hacia la sala común, Canuto se topó con algo que no tenía planeado. Sollozos. De una chica.

Sirius podía ser todo lo que quisieran nombrarle, pero no podía ver, o escuchar, a una chica llorar.

Caminó a paso lento, mirando en todas direcciones y haciendo el mínimo ruido posible. Se cubrió con la capa y avanzó sigilosamente. En un rincón sobre una butaca cercana a la ventana, había una pelirroja encogida abrazando sus rodillas y la respiración entrecortada le indicaban que lloraba.

Era Lily.

Black, que no sabía si pasar en silencio y dejarla ahí tranquila, ir a buscar a James o hacer algo él mismo, se quedó unos segundos congelado bajo la capa sin decidirse por hacer algo.

Finalmente con cuidado de no hacer ruidos, se quitó la capa lentamente, y la lanzó tras una mesita para que la chica no la viera. Avanzó unos pasos hasta quedar a poca distancia de la chica, pero ella pareció no notarlo. Sirius alzó una ceja incrédulo. ¿Había una chica que pudiera no notar su presencia, su olor, su imponente persona? Solo podía ser Evans…

Se sentó en la butaca que estaba frente a Lily cuidando hacer mucho ruido para que la chica se diera cuenta de su presencia. En el momento de dejarse caer sobre la confortable butaca, la pelirroja se quedo completamente quieta.

-No es necesario que dejes de respirar en mi presencia - dijo Sirius para hacerle saber quien era.

-Black, vete de aquí… no estoy de animo para tus bromitas – le respondió la chica sin levantar el rostro desde sus rodillas

-No te preocupes… te comprendo… esta sala común esta hecha un asco... ¿has visto la capa de polvo que se ha formado?... Lo sé… es deprimente… yo también lloraría desconsoladamente, si no tuviese tanta hambre.

Hubo unos momentos de completo silencio, mientras Lily procesaba lo que había dicho el chico. Lentamente fue levantando el rostro hasta llegar a fijar sus ojos verdes en los azules del chico.

-¿Qué has dicho? – preguntó la chica incrédula, con expresión extrañada y los ojos enrojecidos por el llanto.

-Lo que has escuchado… que si no tuviese tanta hambre… probablemente también lloraría – le respondió Sirius con una media sonrisa dibujada en el rostro.

Lily tardó unos segundos nuevamente. Fruncía el ceño, no enojada, probablemente intentando buscarle el sentido coherente a lo que había dicho el chico, pero no lograba encontrar nada… absolutamente nada de sentido a las palabras del chico.

-¡Tengo hambre¿Me acompañas a las cocinas? – dijo de pronto el chico poniéndose de pie.

-¿Qué?

-Vaya… realmente te pones un tanto… como decirlo sutilmente… poco inteligente cuando lloras… ¿no entiendes lo que te digo¿O es que el hambre me hace hablar en otro idioma?

Lily por primera vez esa noche sonrió.

-¿Tu alguna vez dices algo que tenga sentido? – preguntó Evans con una sonrisa torcida en el rostro.

-Eso dependa del punto de vista…

-¿Y cual sería este? – preguntó escéptica

-Es simple… quería hacerte dejar de llorar… dije algo, y ya no estas llorando. ¿Tiene sentido para ti?

-Creo que si…

-Sirius Black tiene todo bajo control… - dijo el chico sonriendo satisfecho.

-No eres tan estúpido como pensaba – agregó Lily sonriéndole.

-Tomaré eso como un cumplido, si no quieres que te… haga llorar aquí mismo otra vez

-¿Podrías? – respondió desafiante

-Sirius Black tiene todo bajo control.

FIN.