Me resulta extraño que Bruce, viniendo de una familia adinerada necesite dinero extra. Antes, creía que él comenzó a trabajar por diversión o por el sentimiento de querer ser más independiente pero ahora que lo pienso, no estoy seguro de ello.
Pienso que trabajar a temprana edad es bueno porque tiene sus beneficios. Conoces personas, te haces más responsable y comprendes que para conseguir algo, debes esforzarte en ello. Y claro, también tener dinero extra siempre será una ventaja, pero ganarlo tú mismo se siente mucho mejor.
— Bruce, ¿escuchaste que Leo tuvo una lesión?
— Si, justo cuando llegué, me lo mencionó la recepcionista. Seguramente hoy tocará cubrirlo con horas extras.
— Aún así, ¿quieres ensayar cuando terminemos?
— No podré. — Bruce responde algo decepcionado. — Hoy mi madre regresará de un viaje y querrá que esté en casa a esa hora.
— Ya veo.
— Lo siento, te hice cargar tu guitarra de envalde.
Ambos acomodamos los paquetes que nos correspondían en las canastas de las bicicletas.
— Por suerte puedo aprovechar estos encargos extras para ahorrar más rápido.
— Tienes razón. También aprovecharé para prestarte lo que necesitas.
— ¿Enserio, Couffaine?
— Pues sea lo que sea, parece que te urge ese dinero.
Bruce se queda pensativo por un instante pero luego, como es costumbre, sonríe cómo si nada sucediera.
— ¡Enserio, muchas gracias por ayudarme!
— ¡Hola chicos, aquí están las nuevas rutas del día de hoy! — El encargado nos da las direcciones.
— ¡De acuerdo!
— Nuevamente, muchas gracias a los dos por dividirse el trabajo de su compañero que estará ausente por unas semanas.
— No hay problema.
— Buen viaje, muchachos.
Como es costumbre, una vez listos. Bruce y yo salimos del sitio, tomando diferentes caminos para realizar las entregas.
Solo me dejo llevar por el directorio, me gusta que siempre me dirige a diferentes zonas de la ciudad y eso lo hace diferente cada día. Ahora con tantos lugares casi conozco la ciudad como la palma de mi mano
. . .
Al entregar el penúltimo paquete observé mi último destino y la dirección me resultó muy extraña. No ubicaba mucho este pequeño vecindario que queda cerca de la torre Eiffel.
Subo a la bici y me dirijo al lugar. Durante el camino, voy tarareando la canción que estoy componiendo con Bruce.
Observó a lo lejos el vecindario, noto que tiene bastantes callejones y todas las casas son así iguales y todas tienen unas pequeñas escaleras para llegar a la puerta. Entonces, estaciono mi bici en la pared para moverme con más facilidad. Tomó mi guitarra y la cuelgo en mi espalda junto a mi mochila.
Busco el número en cada puerta con el paquete entre mis manos y al cruzar por uno de los callejones tan estrechos, alguien sale de ahí corriendo y choca conmigo.
— Ahh perdóname, no te vi. — Ella se sorprende al levantar su mirada — ¡Luka!
— Marinette, ¿te encuentras bien?
— Si, ¡ay, perdóname enserio! — Ella me ayuda a levantar el paquete del suelo.
— ¿Segura que estás bien? Te veo algo agitada.
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Recuerda, Luka Couffaine [Lukanette]
FanfictionUna historia donde Luka Couffaine es quien la relata. Esos recuerdos de pequeño, nadie los podrá arrancar de tu corazón jamás. Fue así como empecé a amar la música y convertirme en la persona en la que ahora soy. Viviendo una nueva aventura en Parí...