6~R: Enseñanza

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Me quedé parado ahí como un tonto con la boca casi abierta, hasta que el profesor notó mi presencia y dejó de tocar.

— Entrar por esta puerta... — habló con su profunda voz — ...es la mejor decisión que has tomado hasta ahora, Luka Couffaine.

— ¿Cómo sabe mi nombre?— interroge impresionado.

— Soy un profesor de este instituto, ¿Lo olvidas?

Su apariencia es tan seria y serena pero amable a la vez. Retira las gafas de su rostro y el castaño de sus ojos resaltaba un más, mientras me inspecciona con la mirada.

— Veo que no traes tu guitarra ¿Así piensas tocar? — se levanta de su asiento y toma una de sus guitarras para extenderla hacia mi. — Puedo prestarte esta, si gustas.

Sujeto y observo la guitarra entre mis manos, hace bastante tiempo que no cargo una que hasta se me hace pesada. No he tocado ni una sola nota que esta oportunidad tan repentina me hace experimentar un cosquilleo en el estómago.

Una vocecita dentro de mí, pide a gritos que acepté. Ese hombre toca como los dioses y desearía aprender mucho de él.

— Gracias, pero no estoy aquí por clases de música para mi.— Negué con la cabeza dejando la guitarra en su lugar. El profesor se sorprende tras mi rechazo.

— ¿Entonces, qué haces aquí?

— Vine a pedirle que le de clases de bajo a mi hermana, ella necesita aprender la mitad de una canción y solo le quedan 10 días.

— Si ella no asiste en esta escuela, no puedo hacer nada. — explicó regresando a su asiento — Ya no doy clases a domicilio.

No esperaba esa respuesta, él era la única opción que tenía para ayudar a Juleka.

— Por favor, toma asiento, Luka.— le tomé la palabra.

Me sentía un poco decepcionado. Aún así, no quería salir de este lugar, lleno de tantos instrumentos que me recordaba a papá y por otro lado, esas paredes coloridas con esos pósters de bandas musicales, me hacían sentir tan bien que me sentí como en casa.

— Perdona, no me he presentado.— él sonríe pacíficamente estrechando su mano. — Soy Mathius, profesor de música y amigo de tus padres.

— ¿Es enserio? — Ahora veo porque había algo en él, que me transmitió tanta confianza desde el principio.

— Anarka, fue quien dijo que vendrías a buscarme. Ella te conoce demasiado bien, Luka. — susurro en secreto — Ambos sabemos que tú, estás aquí por algo más, ¿No es así? ¿Quieres volver a retomar la música, verdad?

— ¡Se equivoca, yo solo quiero ayudar a mi hermana!— refuté un poco molesto, levantándome del asiento.

— Tranquilo.— él es tan paciente y amable que me recuerda a mi padre. — Sé que una pérdida es muy dolorosa, lamentablemente he pasado por varias, pero por favor:

"Nunca dejes de lado lo que más amas, ni lo que te hace ser tú mismo."

Hoy es ese día, en el que siento que las personas me conocen más de lo que yo  pensaba que conocía de mi, ¿O soy yo, quién se está poniendo tantas barreras en estos momentos?

—  Ya que fuiste valiente de venir aquí, te propongo un trato, Luka.— sugirió  con  gran confianza — Si asistes desde mañana, te enseñaré a tocar esa canción con el bajo y así, después de la escuela, tú podrás enseñarle a tu hermana. Te aseguro que no tardarás más de tres días en aprenderla.

Recuerda, Luka Couffaine [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora