Recuerda, Luka Couffaine [Lukanette]

20 ~ Intento

— ¡Estoy cansada! ¡Estoy cansada de tantas responsabilidades!  —  vuelve a soltarse a llorar.  —  ¡Estoy cansada de fallar tantas veces y no poder hablar de esto nadie! ¡Cuánto más me esfuerzo, esto no termina,las cosas empeoran y no soy capaz de nada.

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Desearía poder demostrarte que las heridas pueden sanar. Por mucho que sientas que las cosas van mal y que todo lo que has intentado se está desmoronando. 

Es muy difícil al principio, lo sé, yo también he tocado fondo hace mucho tiempo. Perdí a la persona más importante para mi, pero solo el tiempo me mostró que debía continuar, no rendirme y seguir adelante.

Mientras lloras entre mis brazos, qué más quisiera que estos pensamientos llegarán a ti,  pero este es tu momento. Es tu momento de llorar y desahogarse, de sacar todo eso que te aflige, que te lastima y  que no va bien en tu vida.

— Marinette, tú no estás sola.  —  la abrazó un poco más, esperando brindarle un poco de calidez. 

Ella me corresponde un poco más tranquila. Después de unos minutos, su respiración comienza a normalizarse. 

Sigo sin saber todo aquello que cruzó por su mente para ponerla así de triste, pero me alegro de ser yo quien la encontrará a tiempo para brindarle apoyo, escucharla y dejarla  desahogarse.

— Tranquila Marinette, tú cuentas siempre conmigo.   —  me sincere con ella —  Cuando lo necesites, yo estar ahí. Puedes contarme todo lo que quieras o no decirme nada, si así lo prefieres. Y cuando sientas que no puedas o necesites desahogarte o distraerte, yo haré  lo posible por  animarte y apoyarte.

— Gracias, Luka…

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Una semana pasó y es difícil no pensar en ella, quedé bastante preocupado por su situación. Durante estos días, he tenido tantas ganas de llamarla pero no me atreví, además… debo recordar que a ella le sigue gustando demasiado Adrien.

De todos modos, hoy reanudamos los ensayos, así que si sobra tiempo podré platicar con ella con más calma.

Las horas pasan, los chicos llegan a la casa pero ella aún no está. No puedo dejar de mirar mi celular esperando alguna señal de su parte.

—  Luka, ¿comenzamos? —  me pregunta Rosita. Apago mi celular. — Si, ya voy.  —  me levanto del sillón, tomo mi guitarra y voy con los chicos a comenzar con el ensayo.

Estamos trabajando en una nueva canción. Nuestros seguidores aumentaron  gracias al video del concurso y eso nos ha mantenido a todos muy emocionados.

En esta sesión, pedimos ayuda a Alya para que nos grabara y nos sacará unas cuantas  fotografías para nuestra nueva página de internet.

  —  ¡Quedense un momento así chicos! 1, 2, 3.  —  Ella es muy buena con la cámara y la publicidad.  —  ¡Bien, esta fotografía quedó genial! Ahora los iré pasando uno por uno.

— ¡Yo, yo primero!  —  Rosita siempre es la más animada del grupo.

— Listo, ahora te toca a ti Luka.

— De acuerdo.  —  No lo demuestro mucho, pero siempre me pongo muy nervioso frente a las cámaras.

Especialmente en ese incómodo momento en el que no sabes ni siquiera a dónde mirar, como sonreír o posar.

— Saliste con los ojos cerrados, Luka. Te tomaré otra.

— Lástima que Marinette no pudo venir a ayudarnos.  —  Menciona Juleka con el afán de molestarme.