Los Problemas Se Acercan

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El día de la reunión con la diosa Freya había llegado.

Bell estaba vistiéndose, como siempre para realizar su trabajo en el bar, luego de terminar decidido volver a la mansión para cambiarse de ropa e ir más presentable.

Todo listo, es hora de ir a la Torre de Babel -Pensó Bell mientras salía de la misión, como era temprano no había mucha gente, unas pocas personas que alistaban sus negocios y algunos aventureros que se encaminaban hacia el calabozo.

Después de caminar un rato llego a la entrada del gremio, como dijo Ottar la noche anterior.

Lo estaba esperando desde temprano.

Buenos días Ottar-san -Dijo Bell mientras hacia una pequeña reverencia.

Buenos días muchacho -Dijo Ottar mientras se posicionaba para empezar a caminar- Sígueme.

Y así empezaron a caminar para dirigirse hacia donde se encontraba la diosa Freya.

Hoy será un gran día -Dijo Freya quien se encontraba esperando al joven peliblanco.

Bell entro al lugar en donde se encontraba la poderosa familia Freya.

Sintió las miradas de los aventureros, ese lugar era peligroso, las miradas que recibía el joven peliblanco eran de odio, envidia y curiosidad, Bell estaba nervioso en ese lugar, parecía que todos se aventarían contra el cómo pirañas.

Paso por aquel lugar tenso y en guardia, pero al fin.

Luego de estar caminando por un rato, llegaron a la habitación de la diosa Freya.

Esta se encontraba en un sillón que se miraba costoso mirando la ciudad desde una grandiosa altura, una vista bastante agradable para ser sinceros.

Ottar déjanos solos -Dijo la diosa Freya sin voltear.

Ottar salió sin decir nada dejando la habitación en un silencio algo incomodo, Bell decidió hablar primero.

Freya-sama ¿Por qué me llamo? - Pregunto Bell con curiosidad mientras miraba a la diosa de espaldas.

Bell, acércate un poco.

Bell se acerco a la diosa con nerviosismo, y vio su hermoso y detallado rostro digno de una diosa un ser superior.

Bell-Kun recuerdas que me debes un favor ¿No? -Dijo la diosa Freya volteando su rostro para ver a Bell.

Bell asintió

Bueno, pues necesito que hagas algo por mi -Se levanto del sillón para darle a Bell una sustancia de color rojo con un olor peculiar, algo que no había viso durante su estancia en Orario- Necesito que pruebes esto, y te llamare cuando necesite que pruebes los experimentos de mi familia ¿Esta bien?, no te preocupes no es veneno y no te daré nada que te pueda dañar así que puedes estar tranquilo -Dijo Freya al notar la expresión de Bell al ver aquella rara sustancia.

Bueno veamos que pasa – pensó la diosa Freya al ver a Bell tomando aquella sustancia, a decir verdad, aquella sustancia era el invento de uno de sus hijos, tratando de que crear un afrodisiaco muy potente para algunos usos.

Y este era el segundo intento pues la primera sustancia se probó en un prisionero y este murió por alguna extraña razón...

Freya sabia que era peligroso, pero quería poner a prueba a Bell, y de pasó probar el producto de su hijo, esta sustancia tenia muchos ingredientes y uno de ellos provenía de la diosa Freya...

Después de que Bell tomara toda la sustancia espero algún efecto cosa que no pareció suceder, este levanto la mirada hacia la diosa para que le dijera que era lo que había tomado.

Bell Cranel, El Valiente De OrarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora