Arderas

REAL

"Hay personas que no pueden vivir sin la guerra"

          Dicen que no hay nada mas intenso que la mirada y Violet era de aquellas personas que decía mas con sus ojos de lo que podía describir con sus palabras.  aquella inmutable habilidad de encontrar el universo en su pupila era algo que solo ella y nadie mas podía lograr, con un chasquido de los dedos te transportaba a galaxias tan lejanas y te hacia nadar en medio de aquel océano de estrellas, podías bailar en su iris  y ver las olas de sus pestañas jugar a tus pies, como una bella velada. 

Y aun puedo recordar la forma en que ese pequeño animalito envuelto en harapos me miraba, como truncando su vida distorsione la finalidad de un ser humano tan puro e intenso, porque ella siempre fue así, intensa, como un fuego fuera de control. 

y la guerra para mi no eran hoy solo gritos ahogados por la sangre, ni el sonido incesante de los cañones de los barcos y de los aviones ametrallando las ciudades enemigas, la guerra hoy era una batalla entre dos hermanos que encontraron un mismo tesoro. 

"tenemos cicatrices invisibles, que nos dejan las llamas" 

y saberla perdida, que cada que sus ojos encontraban los míos no me buscaba a mi sino a un humano totalmente distinto, y si, "ardemos", porque por dentro todos tenemos ese fuego, no se si mi hermano alguna vez  encendió el suyo, pero sin dudas que violet encendió el mío. 

no podía sino mirarla con estos ojos cansados de las batallas, pupilas gastadas que vieron innumerables guerras, sus manos entre las mías eran como puñales que enamoraban aun mas este viejo  y terco corazón. 

apreté sus manos con las mías, ella se habia convertido en mi debilidad y a su alrededor caía yo en mil pedazos como las hojas que caen en otoño, no habia nada mas alrededor, ella se habia convertido en mi hogar.

habia encontrado el sentido inamovible de la vida en una pequeña muchacha a la que habia convertido inevitablemente en una maquina asesina para mi propio beneficio, de quien habia hecho su voluntad el fuego, la guerra y la sangre, de quien mi hermano gemelo me obligo a proteger hasta que ya no pude evitar caer encantado en su hechizo. 

"quiero saber que es el amor"   oírla decir esas palabras  era tal vez la cosa que mas envidiaba de mi hermano  a estas alturas. 

Pero míos eran sus tardes frente a las cosechas de flores, míos eran sus sonrisas que Gilbert no alcanzo a mirar jamás, no aquellas que vienen desde el fondo del corazón, no aquellas que ella me regalaba. 

y entonces mi corazón se rompe  aun mas, cuando al entrar en su habitación ella continua atesorando aquel broche, como si toda su vida fuera un camino sin salida, como si el final fuera siempre pronunciar aquel nombre "Gilbert" 

y ahora que lo recuerdo, creo que jamás la oí decir mi nombre de pila, ella solo corrió descalza por los pasillos de mi corazón, sin jamás haberse aferrado de mi, manteniendo su recuerdo vivo aunque fuera solo en un pequeño e inútil objeto como un broche. 

" una vez que has estado en la oscuridad, aprendes a apreciar cualquier cosa que brille"

era ella quien brillaba, y no era cualquier cosa en medio de la oscuridad, pues en medio de la oscuridad solo estaba la horrenda realidad de haber sido invencible ante ella, si existía alguien que una vez pudo someterla y derrotarla ese fui yo. 

aquella historia jamás contada de como ella siendo tan pequeña se infiltro en el barco equivocado y asesino a todos los tripulantes, hasta encontrarse conmigo. 

y no se como ella puede seguir escabulléndose en las noches a mis brazos, y yo como un estúpido pensar que en el fondo ella pudiera elegirme a mi, cuando tal vez solo soy el recuerdo viviente de la persona a quien ella mas amo en esta tierra. 

"las personas harán cualquier cosa, sin importar lo estúpidas y absurdas que sean, todo para evitar enfrentarse a sus propias almas"

los pensamientos nos atormentan mucho mas que la realidad que se nos presenta, un corazón herido inventa tormentas en un vaso de agua. 

Y el mío querido hermano, lleva ahogándose desde la noticia de tu llegada.