Arderas

fínale

"Hay personas que no pueden vivir sin la guerra"

Violet era una de esas personas, aun ahora puedo sentir el aroma de pólvora en sus cabellos dorados, las cicatrices de las ballestas y espadas encarnándose en su piel como enredaderas, pero todas esas cosas se reducen a cenizas, corrimos este mundo con heridas imborrables y destinos que sin perdón nos hicieron arder. 

la aventura de su vida contada a espaldas mías, las verdades ocultas para que ella pudiera conocer el amor de la única manera que encontrase posible, pues porque las personas no son personas sino por las experiencias que cada uno vive, y yo desde el fondo de mi corazón quería que ella viviera y amará. 

y en ese camino que se cimento de flores y primaveras, ella encontró la manera de crecer y madurar, de extender sus raíces y conocer el mundo, ver como se abría ante sus ojos, solo mostrarle que la vida siempre encuentra su camino entre todo el dolor y que nadie más que ella era la dueña de su destino.  

hoy sus ojos son míos para regocijarme con el firmamento, hoy sus caricias son la anestesia que adormece mis demonios cada noche. 

hay personas que no pueden sin la guerra, Violet era una de esas personas, y fue la guerra la que la llevo a mis brazos, y fue la guerra la que me la arrebato en un instante, y la misma guerra fue la que cimbro esperanza y supervivencias, fue la misma guerra la que volvió a tocar sus puertas para arrebatarle un amor que ella con sus manos había construido.... 

y yo prometo cuidarlos de la misma manera en que este amor por ella sobrevivió millares de guerras.... 

"Y en medio de todo ese caos, apareciste tu..." 

apareciste tú, tocando el sol con las manos desnudas y dibujando estrellas en el cielo de una vida rota, amainaste las tormentas de un corazón acorralado, construiste una casa alrededor de sus ojos y te quedaste allí, como se quedan los barcos en el puerto esperando a sus capitanes.... y sonreíste como lo hacen los niños cada invierno cuando cae la nieve.