Windbloom { Saga Lanterns #2 }

Chapter 3

*Lumine's POV*

No sabía si el tiempo pasaba largo o lento. Solo sabía que llevaba varios días allí. Dos semanas, aproximadamente si me guiaba por las comidas que se me proporcionaban.

Aquel Mago Cryo venía todos los días. Mi plan de escape con el palito se fue a la mierda en el momento en el que uno de los Magos del abismo lo encontró, rompiendo lo frente a mi, sin olvidar el aviso que le dió a mi hermano. El cual al rato entro en la habitación. Dándome una charla sobre que no entendía por qué quería escaparme si estaba segura a su lado. Que estaba en el lado correcto.

No le creí.

Solo lo deje hablar, acostada en la cama, sin apenas poder moverme.

No hice nada más que eso. Estar tumbada en cama, dormir por el agotamiento, comer y llorar.

Lloraba de la rabia, la impotencia, la frustración de no poder hacer nada. Ni siquiera hacer entrar en razón a mi hermano, a pesar de que lo había intentado en varias ocasiones. Pero eso solo le enfadaba más.

Me acomodo mejor en la cama como pude. A pesar de los blandos almohadones, mi cuerpo dolía al cambiarme de postura por mi inactividad corporal.

Había intentado levantarme, pero apenas podía sentarme derecha en la cama.

Unos pasos se escuchan al otro lado de la puerta.

Que sería está vez? Los Magos del abismo, Aquel Mago que parecía preocuparse por mi? Algún Hilichurl? Los cuales apenas aparecían por aquí. O quizá Aether?

Tanto tiempo allí sin poder hacer nada hacia que simplemente pudiese entretenerme con aquellas apuestas contra mi misma.

La puerta se abre y me sorprendo al ver a un Hilichurl. Realmente no solían entrar. Solo uno o dos lo había echo.

Intento enfocar mi vista en el. Quizá había venido a revisarme. Mi hermano solía mandar a alguien a ver qué estaba haciendo.

El Hilichurl se me acercó y tomó una llave, soltando mis cadenas de la cama.

Lo miro con sorpresa.

Tan débil me veía que no sentían la necesidad de mantenerme atada?

Bueno... En cierta forma lo entendería, cuando ya me costaba energía el simple echo de abrir mis ojos.

El Hilichurl desencadenó mis manos, solo dejando los grilletes. Los cuales había revisado en su momento,. Buscando algo a cerradura en estés. Cerradura que no existía.

Solo en este momento, con sus manos al frente, vi el lazo naranja atado a su muñeca.

Abro un poquito más mis ojos, con sorpresa.

—T-Tu... —Susurro con voz débil.

Era el Hilichurl que nos había ayudado a mi y a Paimon a volver seguras a Mondstad.

Ese lazo que yo misma le había puesto para identificarlo.

Lo miro, con mis ojos humedeciendose y se acercó a mí, haciendo señas para que me intentase levantar.

Lo intenté, juro que lo intenté. Pero mi cuerpo parecía estar echo del más puro plomo. Apenas me alcé unos milímetros.

El Hilichurl se mantuvo quieto antes de dirigirse a la puerta.

—No te... vayas...—Alcanzo a susurrar.

El Hilichurl no pareció oírme. Saliendo por la puerta.

Intenté volver a levantarme para ir detrás de él pero era imposible.

Unos minutos más tarde, cerré mis ojos, agotada por mis tristes intentos de incorporarme.