Capítulo 7. Planes no planes

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De repente, estamos en el pasillo y por lo poco que mi incómoda posición me permite visualizar, creo que nos dirigimos hacia las escaleras.

Veo a las chicas que hay por el pasillo girándose y mirándonos sorprendidas.

—¡Bajame! ¡No voy a ir a ningún sitio!

—No hasta que estemos en tu habitación.

Empieza a subir las escaleras y noto cómo mi cuerpo comienza a perder estabilidad, así que me agarro a su espalda para no caerme de cabeza contra el suelo.

Emana un calor tan agradable...ya me imagino cómo olerán mis manos a su perfume después de esto...

Joder, soy una puta enferma.


Después de la tortuosa subida por los escalones, continúa andando por el pasillo hasta que se detiene delante de la puerta de mi habitación.

Escucho el desgastado pomo girar y un segundo más tarde estamos dentro. Cierra la puerta tras de sí con la pierna y me desliza por su torso hasta que mis pies tocan el suelo de nuevo.

Me alejo de él lo más que puedo, aunque no quiera.

—Las llaves— me ordena, pongo los ojos en blanco y se las tiro. Él cierra la puerta y se las guarda en el bolsillo trasero del pantalón, luego se acerca a la cama y se sienta, y me ordena que haga lo mismo dando una palmada sobre el colchón.

Suspiro y lo obedezco, mi cupo de discusiones está lleno por una larga temporada.

—Abby era tu hermana.— Afirma, pero no digo nada.— ¿Y todo eso ocurrió de verdad?

—¿Tú también vas a empezar?

—No, no, lo siento. Sólo un secreto por día.

—Esto no es un secreto Jayson, es la puta caja de Pandora. Perdón, sé que no te gusta que te llamen así, Jay.

—No. Está bien. Creo que después de haberle dado una paliza a Lucy te has ganado el derecho a llamarme como quieras.

Me río sin ganas e intento ponerme el pelo en condiciones.

—¿Cómo ha podido saberlo?

—Está estudiando periodismo, supongo que un caso así habrá salido en los periódicos...

—Ajá.

—¿De verdad que no quieres hablar? — niego con la cabeza— ¿qué te gustaría que hiciéramos entonces?

—No sé, pero tiene que ser algo sin salir de aquí.

—¿No quieres que nos vean juntos?

—No es eso, idiota, es que mi padre me ha castigado.

—¿Enserio, la ley permite que unos progenitores castiguen a sus hijos aún estando en la universidad?

—Ya ves...así son los míos.— Miro el teléfono que está en la mesilla en un acto reflejo y lo vuelvo a dejar sobre ella.

—Mojigata.— Me dice y yo lo miro de muy, MUY, mala gana.— Se me ha ocurrido algo. ¿Tienes alguna película interesante que no sea de princesitas?

—Ufff, supongo que podría hacer un esfuerzo y buscar en mi ordenador de mojigata algo que consiguiera sorprenderte.

—Vale.— Se pone de pie de un salto y va hacia la puerta.— Tengo que hacer una llamada. Voy a buscar algo para cenar y algún juego para entretenernos.

¿Entretenernos? No me haría falta ningún juego de mesa para eso teniéndolo así de cerca...

—¿Vas a ir en la moto?

—¿Cómo voy a ir si no?— abre la puerta y se apoya sobre el codo en el quicio— ¿Estás preocupada?

—No— miento y siento cómo mis mejillas se enrojecen— es que no quiero que le pase nada a tu moto.

—Tranquila nena, volveré aquí en media hora. Tú solamente prepárate para pasarlo bien. Va a ser una noche muy larga— Me guiña un ojo, me lanza las llaves que tenía en el bolsillo y desaparece, y yo me derrito por dentro.


Madre mía, estos cambios de humor no pueden ser buenos para mi cuerpo. Hace unos minutos estaba que echaba chispas, y ahora estoy más caliente que el escape de la moto de Jay. Estoy loca, jodidamente loca.

Me pongo de pie de un salto y recojo mi cuarto todo lo más que puedo. Rebusco en los cajones de la cómoda y saco unas lucecitas pequeñas en forma de farolillos y las coloco sobre la cama.

Apago la luz y enciendo los farolillos, luego me tumbo en la cama con el ordenador y busco alguna película.

—Mmm...nada de amor eh.— Le digo a la pantalla. ¿Le pongo el diario de Noah? Sólo por ver su cara de asco durante una hora y media...Descarto la idea, a mí también me apetece algo movidito.

De repente, una lucecita que no es la de los farolillos se enciende en mi cabeza, una que me aleja del lado oscuro...¡Star Wars! Es perfecta, es una de mis sagas favoritas por excelencia. La amenaza fantasma está bien, para empezar por la primera, así a lo mejor se anima a ver todas las demás conmigo, garantizándome casi veinticuatro horas con él a mi lado.

Pasa más de una hora y Jay no aparece por ningún lado. ¿Le habrá pasado algo? Agito la cabeza queriendo decirme a mí misma que no.

Mi sentido catastrofista no me deja de atormentar, y un sin fin de escenarios con un desenlace fatal me aterrorizan por dentro.

Cojo el teléfono y le envío un mensaje a Chad. Vive con él en la residencia, a lo mejor lo ha visto por allí.

<<Chad, ¿has visto a Jay por la residencia?>>

Responde casi al momento.

<<Sí, lleva en su cuarto metido más de una hora, ¿quieres que le diga algo?>>

¿Enserio, es que se ha olvidado de la noche que me había prometido?

<<Nada Chad, sólo quería saber que había llegado. Nos vemos mañana.X>>


Y de nuevo...mis ilusiones se hacen añicos.



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La vida con Jayson es una de cal y otra de arena, eh??

Es un capítulo cortito, pero el que viene es bastante largo, no os preocupéis 😊


Muchas gracias por todos los comentarios que estoy recibiendo!!!! Sois lo mejor, de verdad. No tengo palabras para expresar cómo me siento ahora mismo.


♥️♥️♥️♥️♥️

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