Al limite

165 22 2
                                    

     Cuando Rai notó el ángulo en el que el Oto-nin lo atacó, dio un paso atrás, aplastándose contra la pared e ignorando el ladrillo que molestaba entre sus omóplatos. Atacando con la palma de la mano, golpeó la mano de su oponente. Su kunai cayó al suelo.

     Un gancho horizontal siguió a su primer ataque. Rai dobló sus rodillas, y tan pronto como el puño pasó, agarró la cabeza del Oto-nin con ambas manos. La sangre se esparció por la pared cuando el aplastó su cráneo contra el ladrillo.

     Alguien estaba detrás de el. Rai giró el cuerpo y se dio la vuelta, sacando un cuchillo de su manga. Lo coloco en el pecho de otro enemigo, pero ni siquiera reconoció cómo cayó al suelo. Sus ojos parpadearon alrededor del campo de batalla.

     Demasiadas cosas estaban sucediendo. Todos sus sentidos se volvieron locos. ¿A cuántos había matado ya? ¿Cuántos más serían? Donde quiera que volteara, la aguardaba una carnicería. Su código moral, una vez un árbol fuerte, se había marchitado hacía mucho tiempo bajo la oleada de locura que esta batalla invitaba.

     Rai negó con la cabeza. Este no era el momento-¡Chicos!-

     ¿Su grito había superado todo el ruido que la rodeaba?-

    -Aquí-

     Buscó la voz de Naruto y lo encontró a cierta distancia, de pie contra dos shinobi y varios mercenarios. Detrás de él, una abuela presionó a una niña contra su cuerpo, alejándola del derramamiento de sangre.

    El aire rozó el cuello de Rai. Se inclinó hacia delante, esquivó un puñetazo y pateó con la pierna. Recuperándose, el mercenario aterrizó directamente sobre la espada de Sasuke. Antes de que el cuerpo se deslizara de su espada, Sasuke se volvió hacia el siguiente enemigo.

    Alrededor del Equipo Siete luchó contra otros dos grupos de Genin. Ellos también habían sobrevivido al ataque inicial a los refugios. Uno de sus miembros tomó el lugar de Rai mientras corría hacia Naruto, apuñalando a un shinobi hostil por detrás.

     -No podemos quedarnos- dijo mientras lo alcanzaba.

     Pateó a otro enemigo y aterrizó agachado, rayos crepitando en su cuerpo-Lo se-

     -¿Y que?-

     Una bola de fuego se abalanzó sobre ellos y Naruto plantó sus palmas en el suelo- Suiton Suijinheki-

     Las llamas se apagaron cuando chocaron con su muro de agua. La niebla se elevó y envolvió una etiqueta explosiva alrededor de su kunai, luego la arrojó a través de la niebla. La explosión resultante sonó en los oídos del Hagane. Los gritos de los caídos resonaron dentro de su cabeza. Naruto se giró para mirarlo, sus ojos se abrieron de par en par. Desesperado, asustado; pero también salvaje, reacio a caer. Su mente comenzo a correr nuevamente y se alejo evistando una oleada de shuriken.

     Rai le dio un revés a otro mercenario, luego lo remató mientras se agachaba bajo una andanada de shuriken-Nos superaran-

     Tenía que haber una forma de salir de este infierno. Pero Naruto no sabía qué hacer más que el, eso podía ver en su rostro.

     Un Oto-nin conectó un puñetazo y Naruto crispo en electricidad antes de tomar represalias con un gancho que destrozo la mandibula del hombre. Cuando el cuerpo cayo sin vida escupió al suelo-Ya lo estan-

     - Katon Hosenka no Jutsu- Seis bolas de fuego pasaron por su lado, el calor se extendió por sus rostros, otros tres mercenarios fueron incinerados. Sasuke aterrizó detrás de ellos, su espada roja hasta la empuñadura-Más peleas y moriremos de verdad-Luego se fue de nuevo, arrojándose contra las masas que entraban.

Una apuesta de por vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora