Una apuesta de por vida.

Sharingan

     --Has estado muy callado ultimente--comento mientras seguía al Uchiha frente a el.

     Se tomo un tiempo para responder--Nada, solo dejandote socializar--respondio alegremente--Es malo estar solo, aunque yo siempre este contigo, necesitas interactuar con chicos de tu edad-y con eso volvio a desaparecer, esto lo dejo con un sabor extraño en su boca.

      Continuaron caminando hasta que llegaron a lo que segun su opinion es un pueblo escondido dentro de otro, solo puede sorprenderse de lo grande que es-Este es el complejo Uchiha, mi casa esta al centro del recinto-fue en ese momento que se acordo que Sasuke era hijo del jefe del clan.

     -¿No hablas mucho verdad?-lanzo la pregunta al aire.

     -Normalmente no hablo con nadie-con esa respuesta dejo aun mas preguntas en la mente del chico --no se supone que los huerfanos viven con otros huerfanos--

     -Y bueno esta es mi casa, ha si mi okaasan se llama Mikoto-asintio e inmediatamente noto el estilo tradicional de la casa, facilmente ocupaba la mayor parte de la calle, la cual era mas ancha que en otros sectores-Entra Okaasan esta preparando guiso-lo agarro de la muñeca y lo llevo rapidamente a travez de la puerta.

      -okaasan, traje a un amigo, se llama Naruto-proclamo con emocion mientras se quitaba las sandalias y las dejaba a un lado.

      --Naruto, creo que deberías hacer lo mismo--asintió e hizo lo mismo.

      -Hola Sasu-chan, como fue tu dia-Mikoto se agacho para recibir un abrazo de su hijo menor, el cual realizo un murmullo acerca de que ya era un niño grande-¿Por que no me presentas a tu nuevo amigo?-comento disimulando sorpresa.

      -A si, el es Naruto y es muy fuerte, incluso me derroto en un combate, ah si y el no habla mucho-cuando termino recibía dagas del pelirrojo.

      -Buenas tardes, Mikoto-san-su saludo fue breve y un poco forzado, esto coloco un seño en la mujer, que falta de tacto hizo que un niño tuvieras problemas para saludar, alejando rápidamente esos pensamientos de su cabeza.

      -Hola, Naruto-kun, perdona un poco a Sasuke, no tiene muchos amigos así que es un poco fuerte-una sonrisa cómplice se coloco en su rostro, haciendo molestar al pequeño en la mesa.

      -Okaasan, ¿por que eres asi?-comento con un puchero mientras.

      Saco del horno un estofado de res y lo puso junto al guiso, inmediatamente noto como la mirada del chico se iluminaba.

      -Por kami Naruto, parece que fuera tu ultima comida-comento Sasuke.

      -Perdón, pero todo ese entrenamiento abre el apetito-capto la mentira, y por la mirada de su hijo el también.

      -La verdad-demando el chico, ella creía saber la respuesta, pero necesitaba confirmación.

      -... Es porque no sé cuándo volveré a comer-, suspiró Naruto. Eso ... no era lo queesperaba. Aparentemente, Sasuke tampoco. Hubo una pausa embarazosa antes de que respondiera.

      -¿Qué quieres decir exactamente con eso?- preguntó con dureza. 

      -¿Sabes cómo a los huérfanos se les asigna una cierta cantidad de dinero cada mes para comprar suministros básicos?- Preguntó Naruto.

      Mikoto no lo vio, pero debido a que Naruto continuó, supuso que su hijo había asentido afirmativamente-Bueno, a veces ... aveces ... olvidan - 

      -¿Se olvidan?- ¿Se olvidan? Mikoto repitió mentalmente. 

      -Probablemente hayas notado que ... no me agradan mucho. Así que a veces se olvidan- afirmó Naruto.