Desahuciada

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La frescura de la mañana era respirada por un ojiverde de garganta ya reestablecida, el cual iba entrando al salón buscando a cierta azabache con la mirada.

Algo en él estaba preocupado. El día anterior ella no había asistido al patrullaje. 

¿Y si le había pasado algo?

Las clases comenzaron y Marinette no llegó a las primeras tres, por lo que si Adrien antes no estaba preocupado, para ese momento ya lo estaba.

¿Qué le había pasado a la ojiazul?

Estaba por ir a preguntarle directamente a Alya, hasta que Madame Bustier la mandó a llamar con algunos papeles en mano.

No era que Adrien fuera chismoso, simplemente la profesora habló muy alto y él no pudo evitar escuchar.

-¿Puedes darle este trabajo a Marinette? Supe que justificó su falta porque iba a ir al hospital.

Habló despreocupada la maestra, mientras la morena tomaba los papeles sin mayor problema, a la vez que Adrien sentía un vacío en el estómago.

¡Marinette en el hospital!

Fue desesperación lo que condujo al ojiverde a correr a un baño, donde sin dudar se transformó, empezado su travesía por cada uno de los hospitales de la zona.

Que lástima que en todos le dijieron que no había una tal Marinette registrada ¿Cómo iba a saber él que la azabache al rellenar su historial médico, había puesto su nombre en donde iba su apellido, y su apellido en donde iba su nombre?

Inevitablemente la hora de salida llegó y Adrien no tuvo más opción que parar su búsqueda, por lo que dirigiéndose a la escuela, el chico aterrizó en el baño y se destransformó fingiendo que no sentía una incomodidad en su pecho, por no saber nada de Marinette.

Nino que al verlo se acercó donde él, no pudo evitar pensar en que su amigo tenía serios problemas de estreñimiento, aunque tenía que reconocer que llevar cuatro horas atorado en el baño y lucir así de fresco, era algo digno de aplaudirse.

El moreno le entregó su mochila y ambos observaron como Alya se acercaba donde ellos con el celular en el oído, hablando con alguien.

-Oh, lo siento mucho.... ¿Dos semanas de vida?.... ¿Estas segura?... Bien, yo busco tu caja... el ataúd... ahora nos vemos.

Cortando la llamada, ambos chicos se le quedaron mirando a Alya algo lamentables, pues sentían pena por la persona con la que la de lentes estaba hablando.

¡Que terrible! Solo le quedaban dos semanas de vid...

-Era Marinette. Dice que viene en veinte minutos.

El Agreste quedó pálido al escuchar a Cessaire hablar. ¡La persona desahuciada con la que Alya estaba hablando, NO podía ser Marinette!

De esa manera, una vez más, Adrien salió corriendo desesperado, mientras los morenos lo miraban irse con extrañeza.

Que raros eran los millonarios.
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Marinette iba cruzando la calle en dirección a la escuela, saludando a Lahiffe y Cessaire desde lejos.

Se reunió donde los morenos y recibió las tareas, agradeciendo y despidiéndose rápidamente de ellos, pues la pareja tenía una cita pendiente.

Entonces dirigió su paso hacia donde su hogar dispuesta a dormir un rato, hasta que un grito carrasposo llamó su nombre.

-¡Marinette!

La mencionada giró a donde el llamado y cerró los ojos al ver como se trataba de Adrien, quien venía corriendo con tal rapidez hacia su sitio, que dudó que pudiera detenerse a tiempo.

No sintió impacto alguno, por lo que abrió sus ojos lentamente, encontrando una escena que solo había tenido el privilegio de soñar.

-Por favor. Cásate conmigo. Estas dos semanas que te quedan de vida, seamos felices juntos.

Ahí estaba ante ella el chico de sus sueños y pesadillas arrodillado y extendiéndole un anillo, mientras que ella no podía mover ni un dedo.

Todo era tan mágico para la ojiazul hasta que se percató de algo. ¿Acaso Agreste había dicho "dos semanas de vida"?

Con el mayor de los esfuerzos, solo en un hilo de voz pudo contestar la ojiazul.

-No estoy desahuciada.

Esas tres palabras fueron suficientes para que al ojiverde le regresara el alma al cuerpo.

En cambio, Marinette logró descongelar  su cuerpo, y eso era algo peor, porque de esa manera su nerviosismo iba a dominarla y hacerla hablar de más.

Así como lo sospechó, no supo de donde sacó la capacidad de decir tantas palabras por minuto.

-Desahuciada esta la planta de Jagged Stone, no yo, o bueno, no lo sé, porque no me dijieron eso en el médico, de hecho Alya le quiere hacer un funeral a la planta, esque Jagged la regaba con pipí de cocodrilo, por eso está desahuciada, en lo personal no creo que deban darle más plantas a Jagg...

Adrien no lo pensó mucho y la abrazó, interrumpiendo de la mejor manera posible su hablar.

-No sabes lo mucho que me alegra el que no estés desahuciada.

Le dijo por lo bajo aún en su abrazo, sintiendo como la ojiazul también correspondía.

Él en su interior sintió que era momento de ser sincero con ella y decirle que sabía su identidad secreta.

Continuara...

¿Están listos para el drama? Porque yo si.

Una disculpa por la tardanza, pero he estado ocupada.

Prometo actualizar pronto, intentaré que sea en esta semana, he estado dibujando cómics que pueden pasar a leer en otra de mis historias :)

En fin, disfruten.

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