El dulce despertar después de haber pasado todo un día con la chica que amaba era algo que Adrien estaba gozando.
¿Desde cuándo era tan hermoso sentir todo su cuerpo doler?
¿Será porque aún sentía las miles de caídas que pasó al lado de Marinette o porque todavía recordaba como sus manos se entrelazaron más de una ocasión provocando la distracción y posteriormente las caídas?
Oh, la vida era tan feliz.
Dispuesto a comenzar su día, se levantó de su cama y miró por la ventana como el sol comenzaba a salir, soltando un suspiro soñador.
-Buenos Dias .
El kwami que recién salía de las cobijas, lo miró extrañado.
Plagg solo llevó sus manos a sus orejas y las limpió, pensando que esa había sido la razón por la que no había escuchado nada.
-Adrien, ¿Puedes repetirlo otravez? No escuché nada.
El rubio sintió un leve malestar en su garganta, dejándolo pasar para hablar de nuevo.
- Espera ¡Estoy afónico! ¿Esto es una broma?
La pequeña criatura solo miraba como su portador movía sus labios con enojo, intentando hablarle más ningún sonido salía de su boca.
-Espera ¿Estas afónico?
Varias carcajadas salieron de la pequeña boca del ser al ver como su portador asentía.
-¿Qué esperabas? Gritar de emoción por horas a una almohada claramente iba a hacer estragos en tu garganta.
El rubio solo rodó los ojos dispuesto a buscar a Nathalie para que le llamara a algún médico o al menos no le negara ese día de descanso.
.
.
.Esa había sido la mañana más divertida que Plagg había tenido en meses.
Aún seguía riendo desde la chaqueta del rubio que iba en el auto camino a la escuela, del como ni por estar afónico le daban el día libre.
-¿Te dejé sin palabras, verdad? Se que calladito te ves más bonito pero no era para que lo tomaras a pecho. Veo que no eres hombre de palabra. Oh espera, no me contestes, tu silencio dice más que mil palabras.
El chico se limitó a verlo con ganas de gritarle, no logrando completarlo por su condición.
¿Por qué no lo querían en su casa?
En cuanto llegó se bajó del auto y se acercó donde su mejor amigo, que parecía animado.
-¡Amigo! Tengo un chisme que contarte.
Emocionado, Nino corrió donde él, teniendo la primicia que Kim le había dicho en la punta de la lengua.
-Iiiih.
Aquel ligero chillido que en realidad era el intento de hablar de Adrien, hizo que el de gorra frunciera el ceño.
-Oye, estaba hablando enserio.
Le dijo antes de darse la media vuelta haciendo que el rubio se sintiera frustrado.
Le llamaba con desesperación, siendo inútil pues no lo escuchaba.
¡Ahora que iba a hacer si sentía como lo carcomian por dentro las ganas de saber aquel jugoso chisme?
Resignarse era lo único que le quedaba por hacer.
Aquel sentimiento le duró poco ya que percibió un olor a perfume que claramente sabía bien de quien era.
Giró su cabeza y en efecto estaba llegando ligeramente distraída, su adorada azabache.
En cuanto ella alzó su rostro y lo miró, su boca que no expresaba nada mostró una sonrisa.
El ojiverde no pudo dejar de notar aquello y le devolvió la sonrisa.
-Hola Adrien.
Le saludó acercándose donde el, quien parecía estar hablando.
- Hola Marinette, o mejor dicho, Ladybug, Muajaja, nadie me escucha
Ella solo miró confundida como el rubio movía la boca e incluso reía, pero no escuchaba nada.
¿Desde cuándo tenía problemas de audición?
Con extrañeza acercó su oido a su boca y escuchó un ligero chillido, notando que esa era la única voz que tenía.
-¿Acaso perdiste la voz?
La preocupación se mostró en su rostro al verlo asentir, mientras el sentía un calor extraño en su pecho al ver como la azabache se preocupaba más de lo que en su casa lo habían hecho.
La ojiazul miró la hora en su celular, feliz de que aún faltara media hora para comenzar las clases, sin esperar a que su nada parlanchín acompañante aceptara lo que ella le tenía deparado.
El ojiverde solo sintió como era tomado de la mano y jalado a algún lugar por Marinette, no importandole a donde con tal de que fuese con ella.
Cuando se dió cuenta, estaban en la cocina de su casa, ella mezclando cosas raras mientras el se deleitaba mirándola concentrada.
-Tómatelo.
Fue con esa palabra que se rompió su burbuja y vió el menjurje verde espeso que estaba sobre una taza de gatito, el cual era para el.
-Es una receta china para que te mejores y puedas hablar.
Se sentía acorralado. Ella era la persona que más se había preocupado por el pero aquello era horroroso.
¿Se notaba mucho su cara de asco?
Marinette por el contrario estaba en sus pensamientos, no notando cuando había pensado en voz alta.
-Podría besarte si te lo tomas...
Cuando reaccionó de lo que había dicho, el chico se había empinado aquella taza que le importó poco estuviera caliente.
Solo le faltaba un poco de motivación.
Continuara...
Para ver lo que Adrien dice, solo tienen que irse a los comentarios.
Etiqueté personas que por sus nombres me ayudaba a completar las frases. Una disculpa a esas personas JAJSJSJJS
En fin, disfruten.
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¿Qué le ven?
HumorAdrien al darse cuenta que muchos chicos estaban interesados en Marinette, él decide buscar eso que ellos encuentran tan especial en ella.