Capitulo 4

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación. Seamos respetuosas del trabajo ajeno.

🌼MI TODO🌼

Autora: Daiana Mibrani

Tülin y Lara estaban en la boutique ultimando los diseños de la nueva colección. En ello, Hande llegó con una enorme sonrisa en el rostro recordando todo lo que había ocurrido con Sanem el día anterior.

— ¡Buenos días! —saludó contenta— ¿Y esas caras largas? No me digan que extrañan a su distinguida vecina.

— ¡Buenos días! —saludó contenta— ¿Y esas caras largas? No me digan que extrañan a su distinguida vecina

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Lara hizo una mueca disgusto.

—No sabes nada, ¿verdad?

— ¿De qué hablas? —preguntó curiosa.

—Anoche secuestraron a Feriha, o al menos eso es lo que parece.

La sonrisa de Hande desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

— ¿Qué dices? ¿Es una broma, verdad?

— ¿Cómo crees que jugaríamos con algo así, Hande? —increpó Tülin.

—Sucedió anoche, la policía vino al edificio y se armó un gran alboroto. —Lara recordó todo lo que había ocurrido—. No se sabe nada de Feriha... Emir estaba como loco.

Hande miró a ambas mujeres preocupada, y sin decir nada, dio la vuelta y salió de la boutique con mucha prisa.

Una vez que estuvo dentro del auto, rebuscó en su bolso hasta encontrar el teléfono.

—Emir —susurró dispuesta a llamar a su amigo.

****

En ese mismo momento, Emir estacionó su auto frente a la empresa Sancaktar.

—No era necesario que vinieras —le dijo a Koray.

— ¿Cómo crees que iba a dejarte solo y en ese estado?

Emir guardó silencio y bajó del vehículo. Koray lo siguió sin pensarlo, temía que su amigo hiciera una locura.

—Hermano, tienes que mantener la calma. La policía se está haciendo cargo de todo.

El muchacho lo miró con mala cara.

—La policía lleva toda la noche sin mover un dedo, y mientras, yo estoy aquí muriéndome.

De repente, el celular de Emir empezó a vibrar en el bolsillo de su pantalón.

— ¡Maldita sea, ya me tienen harto! —se quejó tomando el teléfono.

Era la sexta vez que lo llamaban en lo que iba del día.

— ¿Quién es? —preguntó Koray.

Emir miró la pantalla del móvil y soltó una maldición.

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