Mi Todo (Femir)

Capítulo 16

Prohibida la copia total, parcial o adaptación. Seamos respetuosas con el trabajo ajeno

🌼MI TODO🌼

Autora: Daiana Mibrani

TRES AÑOS DESPUÉS

—Creo que sería buena idea agregar estos dos platos como aperitivos previos al menú 3 y 4, sería todo un éxito. —Feriha le mostró un papel al chef del restaurante—. ¿Qué piensas?

El hombre de mediana edad asintió convencido.

—Creo que es una excelente idea, la combinación es perfecta —aseguró con una sonrisa. Una vez más, su jefa demostraba ser muy ingeniosa—. Definitivamente deberías convertirte en chef, tu inventiva a la hora de armar platillos es única.

Feriha rio y negó con la cabeza.

—Me gusta mucho cocinar, es todo. —dijo mirando su reloj—. El amigo de Ünal debe estar por llegar, nos vemos luego Hazan.

Feriha salió de la cocina y se dirigió al mostrador del Hills para esperar la llegada del invitado de su suegro.

Llevaba más de dos años como administradora de aquel lugar. En un principio no había sido nada fácil. Luego de salir del hospital tras su secuestro, Feriha se había propuesto encontrar empleo. Emir trabajaba en el Hills del hotel y ella también quería aportar su granito de arena, no le gustaba ser una mantenida y además deseaba tener su propio dinero.

Su primer empleo fue como mesera en una cafetería. Emir no estaba para nada de acuerdo, no le gustaba que su esposa trabajara en un lugar a merced de clientes que pudieran faltarle el respeto. Ya habían tenido una mala experiencia tiempo atrás, y por culpa de sus celos, Feriha había terminado perdiendo el empleo. La situación no podía volver a repetirse así que a Emir no le había quedado más alternativa que resignarse.

Afortunadamente para él, el trabajo duró solo dos meses ya que la propia Feriha terminó renunciando por malas condiciones laborales, aunque la verdadera razón fue que ella misma había notado ciertas intenciones maliciosas por parte de su jefe, pero claro, eso nunca se lo dijo a Emir, sino el miserable hombre habría terminado muerto y enterrado.

Desempleada y desilusionada, Feriha no sabía qué hacer. Emir intentó convencerla de que no era necesario que trabajara, a él le iba muy bien en el Hills ya que su padre se lo había cedido al completo y era el único dueño.

Pero Feriha no entendía de razones.

Hasta que un día, una propuesta inesperada llegó.

En un esfuerzo por estrechar aún más los lazos con su hijo, Ünal le ofreció a su nuera administrar el restaurante de la sucursal principal del Hills. Ella se encargaría del establecimiento por el día, mientras que él se haría cargo del club por las noches.

Feriha no quería aceptar, creía que evitar a su suegro era la mejor opción para ahorrarse posibles problemas. Emir estaba de acuerdo con ella, pero Ünal insistió tanto que la joven, a regañadientes, terminó aceptando.

Tras pensarlo mejor, Emir se dio cuenta de que quizás la idea no era tan mala. Feriha sería la jefa y nadie podría meterse con ella, además su padre había prometido no interferir en el manejo del restaurante, y en base a su propia experiencia, él sabía que Ünal era capaz de cumplir con su palabra.

—Buenos días, soy Adnan Civelek. —Un señor de cabellos canos se acercó al mostrador interrumpiendo los recuerdos de Feriha.

—Oh, buenos días. Bienvenido. —La muchacha le sonrió y le hizo una ceña con la mano—. Acompáñeme por favor. Ünal está retrasado, pero no tardará en llegar.