Eva y sus 7 maridos (Completa [+18])

1.3 La estela de Carol

Eres hermoso aunque letal.

EVA

Mi hermana Carol apenas tenía un año y algunos meses más que yo. Era una belleza excepcional, compasiva y sabia. Aunque muchos pretendientes la cortejaban, siempre fue fiel a su compromiso desde la infancia. Su carácter noble y su capacidad para escuchar a los demás la hacían aún más especial.

A pesar de su pequeña estatura, parecía una diosa aquel día, con su largo cabello blanco cayendo en cascada sobre sus hombros y sus ojos azules brillando con una intensidad que reflejaba tanto su felicidad como su nerviosismo. El vestido de novia, hecho a medida, realzaba su figura delicada y le daba un aire etéreo.

—No puedo creer que en verdad mi hermana esté casándose —pensé, mientras un escalofrío me recorría la espalda. La emoción del momento era abrumadora, y una mezcla de alegría y melancolía se apoderó de mí. Era una lástima que únicamente podían venir familiares, ya que muchos amigos cercanos de Carol no podrían compartir este momento tan especial con ella.

Mientras observaba a Carol prepararse, recordé los momentos que habíamos compartido juntas. Desde nuestras travesuras infantiles hasta las confidencias adolescentes, ella siempre había sido mi confidente y mi apoyo. Verla ahora, a punto de comenzar una nueva etapa en su vida, me llenaba de orgullo y de una profunda nostalgia.

Narrador Omnisciente

En el corazón de la ciudad, rodeado de majestuosos rascacielos y calles bulliciosas, se alzaba el elegante Hotel Aurora. Sus ventanas cristalinas reflejaban el brillo de la luna, mientras sus puertas de madera maciza se abrían para dar la bienvenida a una noche especial: el esperado enlace de Carol y su prometido. El interior del hotel se transformaba en un auténtico cuento de hadas, donde el salón de bodas estaba engalanado con lujo y exquisitez.

El salón era una sinfonía de opulencia y romanticismo, una visión que habría hecho suspirar a los poetas más apasionados. Las paredes estaban cubiertas por una delicada tela blanca que fluía desde lo alto hasta el suelo, creando una atmósfera etérea y mágica. Las mesas, adornadas con centros de mesa de rosas blancas y velas titilantes, parecían sacadas de un sueño.

Un suave y melodioso coro llenaba el aire mientras los invitados tomaban asiento. La música flotaba como una brisa ligera, añadiendo un toque celestial al ambiente. El arco de flores en el altar se erguía majestuoso, marcando el lugar donde Carol y su pareja intercambiarían sus votos y promesas de amor eterno.

Los exquisitos aromas de la cocina gourmet del hotel comenzaron a deslizarse desde la cocina, provocando estómagos hambrientos y sonrisas anticipadas. Los camareros se movían con elegancia entre las mesas, ofreciendo aperitivos cuidadosamente elaborados y bebidas espumosas, manteniendo los corazones y los paladares deleitados.