2.3 Familia en pedazos

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Eva

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Eva

Cuando le mencioné que lo visitaría al día siguiente, mi padre rompió en llanto por teléfono, casi desmoronándose. A pesar de su apariencia de fortaleza frente a los demás, imaginé que cargaba una gran culpa por la prematura muerte de mi hermana. Para empeorar las cosas, me entregó a mí, preparada como su sucesora para dirigir esta familia. Al menos el clan está bajo el cuidado de un pariente, cuya existencia mis padres han mantenido en secreto, por extraño que parezca.

MIÉRCOLES

Al entrar, me sentí como si hubieran pasado siglos desde la última vez que estuve allí. El aire estaba cargado de nostalgia y recuerdos.

—¡Hermana! —gritó Mónica, lanzándose en mis brazos con una alegría desbordante.

—Bienvenidos —dijo mi padre, invitándonos a sentar con un gesto amable.

La conversación comenzó con risas y temas triviales, llenando la sala con una calidez que hacía tiempo no sentía. Pero cuando llegó mi madre, la incomodidad se apoderó de mi antiguo hogar. Su presencia siempre traía consigo una tensión palpable.

Después de despedirnos, nos dirigimos al negocio de los padres de Rosa para encontrarnos con Román, Oliver y ella. Me sorprendió la extraña actitud de mi esposo, pero al llegar, Merc me dejó cerca y me dijo que volvería luego.

—Te esperaré en casa de los padres de Rosa —le dije, tratando de sonar tranquila.

Me besó la frente y se fue en su auto. Estaba sentada en una gran mesa entre mis dos amigos mientras nos poníamos al día.

—Solo fueron algunos días, pero los extrañé —confesé, sintiendo una calidez en mi pecho.

—Nosotros también —declaró Rosa, abrazándome con fuerza.

—¿Y Kate? —pregunté, notando su ausencia.

—Ella debe estar muy bien, le gusta ayudar en la fundación de mis tíos —Rosa confesó, sonriendo.

—Me alegra saber que esté cambiando —dijo Román, con una expresión de satisfacción.

Rosa llamó a Kate, pero ella no le atendía. Me sentí algo triste, una punzada de preocupación atravesando mi corazón.

Nos divertíamos a carcajadas mientras Román se alejaba en dirección al baño. Después, nos dirigimos a casa de Rosa, donde planeamos la fiesta de fin de año. Su madre se nos unió con una bandeja de bocadillos, y la atmósfera se llenó de risas y cuentos. Poco después, escuchamos el timbre; habían llegado mis amigos junto a Merc. Entre risas y cuentos, pusimos la mesa.

Nos sentamos alrededor de la mesa y empezamos a pasar los bollos, mientras conversábamos sobre los detalles de la fiesta en un club de la familia de Kate y Román. En resumen, fue una noche fresca y agradable.

Pero mis pensamientos seguían regresando a mis padres, particularmente a mi madre y nuestra tensa relación. A pesar de los momentos felices, la sombra de nuestras diferencias siempre estaba presente, recordándome que aún había mucho por resolver.


Mond

Para mí, ayudar a mi padre y a mi hermano mayor en sus negocios fue casi natural, ya que siempre he preferido el orden y el control sobre todo. Este rasgo ha estado presente en mí desde que era un niño pequeño. Sin embargo, en la actualidad me encuentro atrapado entre la obligación y el deseo. Aunque el tiempo corre en nuestra contra, no quiero distanciarme de mis hermanos o, peor aún, de mi amada Eva.

—Hijo eres el más sensato de los 7, si quieren que esa joven viva más tiempo y romper la tortura de su maná deben hacerlo —me planteaba mi padre a solas en su estudio —. No es un secreto que quiero que tú seas mi sucesor, así que no pierdas ante tus hermanos, ellos no tienen la capacidad para dirigir esta familia. 

Tan pronto como lo dijo, supe que tenía razón. Después del nacimiento del primer hijo de mi hermano mayor, originalmente se planeó que cada uno de nosotros siete viviéramos nuestras propias vidas. Sin embargo, después de su fallecimiento, los planes originales se modificaron.


EVA

El día de la fiesta.

Todos nos estábamos divirtiendo, cada uno con su pareja. Las luces brillaban y la música llenaba el aire, creando una atmósfera festiva. Sam ayudaba a Kate con los preparativos, mientras Oliver y su primo organizaban la música. La emoción era palpable mientras contábamos al unísono el inicio del nuevo año.

—7, 6, 5, 4, 3, 2, 1... ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!

—Eve —susurró Sam suavemente, besándome con ternura—. Feliz año.

Nos abrazamos, sintiendo la calidez de ese momento especial. Luego, cuando nos volvimos a reunir cerca de la barra, Kate nos pidió poner atención.

—Chicos, como ya sabrán, decidí establecerme aquí —declaró emocionada, con una sonrisa radiante—. Y por ello, desde la próxima semana seré la bella vecina de Stefan y Eva.

La noticia me tomó por sorpresa. Me senté y tomé un sorbo de champán, tratando de asimilar la conmoción de la noticia.

El ambiente estaba lleno de alegría y risas, pero mi mente seguía procesando lo que Kate había dicho. Tenerla como vecina sería un cambio significativo, 

Eva y sus 7 maridos (Completa [+18])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora