21 Asueto

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EVA

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EVA

SÁBADO

Partimos de viaje temprano en la mañana, el sol apenas asomándose en el horizonte. La emoción en el aire era palpable, y me alegraba ver que Sam (Stefan) y Oliver empezaban a acercarse. ¡Qué bueno! Quería disfrutar del tiempo con todos mis amigos y uno de mis esposos.

Kate se quedó a la sombra mientras el resto de nosotros jugábamos con una pelota en el mar. Las olas rompían suavemente contra la orilla, y el sonido del agua y nuestras risas llenaban el aire. Pasamos unas horas disfrutando del mar antes de regresar al hotel del que habíamos salido originalmente. Fue emocionante pasar la noche viendo películas de suspenso psicológico mientras comíamos palomitas de maíz y bebíamos refrescos. La tensión de las películas nos mantenía al borde de nuestros asientos, y las risas y comentarios ocasionales aliviaban el ambiente.

Más tarde, Sam y yo decidimos dar un paseo por la playa a la luz de la luna. La brisa marina era fresca y agradable, y el reflejo de la luna en el agua creaba un paisaje mágico. Él sujetaba mi vestido para que no se mojara mientras yo me aferraba a su camiseta, riendo por lo graciosa que era la escena. Pero cuando nuestras manos se tocaban, sentía una conexión profunda y reconfortante.

Comenzamos a hablar sobre nuestras esperanzas y miedos, compartiendo pensamientos que nunca antes habíamos expresado. La conversación fluía con naturalidad, y de repente, Sam se detuvo y me dio un ligero beso.

—Te quiero, Eve, y lo digo por todos —dijo, su voz suave y sincera—. Por eso te daremos tiempo hasta que te sientas lista.

Sus palabras me conmovieron profundamente. Sentí una mezcla de amor y gratitud, sabiendo que estaba rodeada de personas que realmente se preocupaban por mí. La noche continuó con nosotros caminando de la mano, disfrutando de la tranquilidad y la belleza del momento.



Narrador Omnisciente

La brisa nocturna acariciaba sus rostros mientras caminaban descalzos sobre la arena fría y húmeda.

El constante murmullo de las olas era como una sinfonía de serenidad, y el aroma salado del mar se entrelazaba con la fragancia de la noche. Eva llevaba un vestido oscuro que ondeaba al viento, y su cabello resplandecía con el brillo de la luna. Sam, a su lado, con una sonrisa tímida, la miraba como si fuera la única luz en su universo oscuro.

Decidieron dirigirse hacia el agua, donde las olas acariciaban suavemente la costa. El agua estaba tibia y envolvente, y cada ola parecía llevar consigo los secretos del universo. Se aventuraron más en el mar, permitiendo que las olas los envolvieran por completo, mientras sus risas se mezclaban con el sonido del agua.

Mientras flotaban en el oscuro océano, las estrellas parecían más cercanas que nunca. Eva se recostó en los brazos de Sam, sintiendo el latido de su corazón y la calidez de su abrazo. El tiempo parecía detenerse, y en ese momento, solo existían ellos y el abrazo del océano.

Después de su baño nocturno, regresaron a la orilla, donde se sentaron en la arena. Extendieron una manta y se acurrucaron juntos, contemplando el cielo estrellado. Conversaron sobre sus sueños, sus anhelos más profundos y sus esperanzas para el futuro.

La noche avanzaba, y la luna comenzaba a deslizarse lentamente hacia el horizonte. El aire se volvía más fresco, pero el calor de su amor los mantenía cálidos. Se pusieron de pie y empezaron a caminar de regreso, dejando huellas en la arena que el viento y el mar borrarían con el tiempo.

EVA

Para el desayuno del día siguiente, regresamos al hotel. La mañana estaba llena de risas y conversaciones animadas mientras disfrutábamos de una comida deliciosa. Más tarde esa mañana, Oliver reveló que su primo regresaría del extranjero en unos meses, lo que añadió un toque de emoción y expectativa a nuestras charlas.

Domingo

Hace apenas unos días que me casé. Al principio, me sentí obligada a adaptarme y entender a mis esposos, pero con el tiempo, comencé a encontrar dificultades en ello. Aunque había logrado entender a los hermanos desde que me revelaron la verdad, con Dominic fue un poco más complicado. Cuando íbamos a la iglesia o salíamos de paseo, a veces me sentía como si fuera solo una amiga más, y me preguntaba si realmente lo éramos, si no nos hubiéramos casado.

No puedo contar cuántas veces me ha besado. A pesar de estar casados, nuestra relación no había avanzado más allá de eso. Cada beso era dulce y apasionado, pero sentía que faltaba algo más profundo.

—... Tal como siempre, tu boca es un néctar, mi Eva —dijo Dominic, volviendo a besarme los labios y el rostro. Mordiendo suavemente mi cuello, susurró—. Me encanta —succionó mis labios mientras me abrazaba con fuerza.

Días después

Martes

En lugar de conformarme con ver lo que su padre deseaba que fueran, yo anhelaba que cada uno de mis esposos me mostrara su verdadera identidad. Quería conocer sus sueños, miedos y deseos más profundos. Sabía que solo así podría amarlos plenamente y encontrar mi lugar en esta compleja relación.

Cada día con ellos era un descubrimiento, una oportunidad para profundizar en nuestra conexión. Aunque el camino era difícil y lleno de desafíos, estaba decidida a seguir adelante, con la esperanza de que algún día, cada uno de ellos me mostraría su verdadero yo.

 Aunque el camino era difícil y lleno de desafíos, estaba decidida a seguir adelante, con la esperanza de que algún día, cada uno de ellos me mostraría su verdadero yo

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Eva y sus 7 maridos (Completa [+18])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora