Continuación
Aquello no podía estar pasando. ¿Cómo carajos Sebastián logró contactarme sin que supiera que era su celular? Estaba casi segura de que, después de haberlo humillado en la fiesta de prom, se había quedado sin ninguno de sus amigos, al igual que su trampa Lucero.
Sabía que debí decirles a mis padres que era necesario cambiar de chip apenas él y yo terminamos, para que de esa forma no me molestara más; de lo que le sirvió al maldito desaparecerse después de la fiesta. Muy conveniente, para no perderme el rastro.
-¿Cómo conseguiste ubicarme? - pregunté con la mayor formalidad que me permitió la voz -. Si te bloqueé de mis contactos.
-Estoy llamando desde un nuevo teléfono - respondió Sebastián -. En fin, tengo algo muy importante que necesito decirte.
-Adiós, Sebastián - respondí con la voz más fría posible, y sin darle oportunidad de hablar, le colgué la llamada.
Sin embargo, a los microsegundos, volvió a sonar el teléfono, y de la pura rabia, y para parar con eso de una vez, contesté, y lo puse en altavoz para escucharlo mejor.
-¡¿Qué es lo que quieres?! - respondí sin el nada merecido saludo -. Habla rápido, si no te cuelgo el teléfono.
-Ya te dije, tengo algo muy importante que decirte - dijo Sebastián con voz desesperada -, y voy a seguir insistiendo en llamarte hasta que accedas a escucharme.
-Está más que claro - repuse -. Siempre fuiste más terco que una mula, pero eso sería insultar a las mulas.
-Ya, ok, sí, me merezco la comparación, pero, ¿podrías escucharme? - suplicó Sebastián -. Dame sólo cinco minutos.
Me debatí entre hacerle caso y escucharle, para así terminar con todo de una sola vez, o mandarlo al diablo una y otra vez, y seguir con ese fastidio el resto de mi viaje, y quién sabía, incluso cuando regresara a Lima.
Decidí que la primera opción era la más indicada para mi paz interior.
-Te doy tres minutos - respondí seca -. Habla.
-Ok - dijo Sebastián con un resoplido de resignación, y comenzó a hablar -. Angie, yo sé que estás enojada conmigo, y que me debes estar odiando en este momento, pero sólo quería decirte que...
-¿Qué cosa? - pregunté con impaciencia - Vamos, el tiempo corre.
-...que no he dejado de amarte - soltó Sebastián ya sin titubeos, ante lo que me quedé estática, pero con unas ganas tremendas de llorar...de risa -. Lo que pasó con Lucero fue una completa estupidez que cometí por dejarme llevar por lo que me decían mis amigos, y me olvidé de que la mujer de mi vida eres tú. Me descuidé, y por eso te pido otra oportunidad. Por favor, te lo suplico. Perdóname.
Parecía estar llorando al otro lado de la línea. Pero no me conmovió en lo más mínimo.
-¿Angie? - preguntó - ¿Sigues ahí?
-Sí, sigo aquí - respondí -. Mira, Sebastián, voy a ser sincera contigo, y no porque te lo merezcas, sino porque quiero acabar con todo esto de una buena vez: yo ya no te odio, y no te guardo rencor...
-¡¿En serio?! - me lo imaginaba con esa sonrisa que siempre me pareció de sonso - Entonces, ¿me darás otra oportunidad?
-Déjame terminar - le exigí -. Dije que ya no te odio, y no te guardo rencor...porque ya no siento nada por ti. De hecho, creo que nunca sentí nada más que cariño, pero ahora ya ni eso.
Hubo un momento de silencio, y recé porque se hubiera desmayado o dejado el teléfono en algún sitio para poder colgar y regresar a la fiesta, pero mis plegarias no se escucharon.
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Crecer A Tu Lado - Serie A TU LADO I [COMPLETA]
Fiksi PenggemarAngie descubre en plena prom que su novio le es infiel con su mejor amiga. Tras dicha traición, se convence por completo de que las mejores amigas apuñalan por la espalda, y que los chicos sirven solamente para todo lo que sea sexo y mujeres. Sus p...