[Hanae Ashiya]
— ¡Ah! Abe...
— No, ese nombre no Hanae — dijo mientras arremetía con fuerza dentro de mi, pero dejo de moverse y yo deseaba sentirlo más — Si quieres que me mueva debes decirlo — sentía que estaba jugando conmigo, en ese momento se acercó a mi oído y dijo con esa voz seductora que nubla mi juicio — vamos, dilo Hanae.
— Haruituski más profundo — tras mis palabras sentí como me penetraba con mayor ímpetu, profundo, perdiéndome completamente en el placer que me daba, en la felicidad que me generaba sentirme deseado por él.
— Hanae, me encantas —decía mientras entraba y salía de mí — se siente increíble dentro de ti, estoy llegando al límite — el vaivén en el que nos encontrábamos era intenso, pasional pero al mismo tiempo cargado de cariño.
— ¡Ah! yo... también Haruitsuki.
Mientras alcanzamos el orgasmo juntos, nos aferramos el uno al otro. Al terminar, salió de mí y se recostó a mi lado, abrazándome fuertemente, repartiendo besos por mi espalda. Su tacto era tan relajante, que no tardé en quedarme dormido.
Al despertar, siento como el peso de su pierna y su brazo me rodean. Aún ahora pienso que es un sueño y que en cualquier momento se terminará. Esa noche todas sus palabras me tomaron por sorpresa, especialmente sus acciones, pero al final cedí al deseo, preferí sentir el calor de su cuerpo aunque fuera una vez en la vida.
Estaba preparado para poner distancia, para las frases: "lo siento, fue un error", "será mejor que pongamos distancia", "solo tenía curiosidad", o cualquier otra cosa; más no para lo que realmente dijo:
— ¿A dónde vas?
— Pronto amanecerá, necesitamos prepararnos para las últimas rondas antes de que nos releven — sus brazos me rodearon, el calor de su cuerpo en mi espalda y sus besos por mi cuello, me desconcertaba.
— Crees que tengamos tiempo para otra ronda,— no podía creer lo que escuchaba — prometo ser rápido.
— Abeno...
— ¿Por qué de nuevo el apellido? — me giro al preguntar, podía identificar un tono molesto en su voz. Cuando me tuvo de frente, se acercó a mi oreja — hace unas horas me decías Haruitsuki de una manera hermosa.
No pude evitar sonrojarme, recordaba claramente lo que habíamos hecho, la manera en que me aferre a él, los largos besos que nos dejaban sin aire y sus brazos sosteniéndome. El sexo había sido mejor de que lo me imaginaba, pero era solo de una vez, no podía permitirme falsas ilusiones.
— Debemos apresurarnos.
— Hanae espera, ¿qué pasa contigo?
— Eso debería preguntar yo, no tiendo tus acciones. Si lo que buscabas era saciar tu curiosidad, pues bien ya lo hiciste, no sé qué más esperas de mí.
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Senderos de amor [Abeshiya]
أدب الهواةCuando te quedas solo, piensas que estarás solo por el resto de tu vida. Hasta que cálidas personas entran a tu vida y te dan una familia. El agradecimiento y el cariño que sientes por ellos es tan importante como tu vida misma, a tal grado que está...