Senderos de amor [Abeshiya]

Capítulo 6

[Haruitsuki Abeno]

Eran las 7:00 hrs, estaba realmente agotado; hace tiempo que no cubría el turno de noche y aunque no estaba entre mis planes, agradezco que me lo hayan pedido, porque ahora podía tomar el día. Eso me permitía descansar unas 8 horas e ir a casa de los Fujiwara antes de lo previsto, de esa forma podría tener una charla con Hanae antes de que llegue Zenko.

Ahora que lo pienso bien, mañana tampoco debo ir al hospital. Tal vez podamos hacer planes e ir algún lado, como en los viejos tiempos, en verdad eso sería agradable; pero por ahora lo único que quiero es dormir.

Escuchaba un ruido muy insistente, poco a poco comencé abrir mis ojos y enfoque el lugar de donde provenía tal sonido, era mi celular; entonces recordé que había puesto una alarma para evitar que se me hiciera tarde.

Me levanté y recordé que no me había bañado; así que fui directamente a la regadera y deje que el agua fluyera, aún seguía un poco dormido y necesitaba despertar completamente. Poco a poco el agua fría despertaba mis sentidos; cuando creí que era suficiente, cerré la llave y comencé a enjabonarme, necesitaba apresurarme, o más bien estaba ansioso; quería salir rápidamente de la casa.

No estaba seguro de porqué estaba tan nervioso y al mismo tiempo tan entusiasmado; ¿acaso era por Zenko?, tenía tiempo que no nos veíamos, pero no estoy seguro que sea por eso; entonces ¿era por él?

Es probable, aún me parece que lo soñé; la verdad es que nunca creía que lo vería en el hospital; lo que hace que me pregunte ¿qué es lo que estaba haciendo ahí?, ¿estará enfermo? espero que no; ¿por cuánto tiempo se quedará?

De nada me sirve darle tantas vueltas al asunto, obtendría las respuestas que quiero, esta noche. Termine de bañarme y me cambié rápidamente, para salir rápidamente del departamento. Su casa me queda un poco más lejos que antes pero aun así puedo ir caminando a ella.

A dos cuadras de su casa hay una tienda de conveniencia, paso a ella para comprar unas cuantas cervezas, no podía llegar con las manos vacías. Cada paso que daba, me acercaba más a mi destino, pero tenía una sensación extraña, no comprendo qué rayos pasa conmigo. Una vez que estaba frente a su casa, toque el timbre, pero por alguna extraña razón me sentía nervioso, entonces lo escuché.

— Voy — la puerta se abrió — Bienvenido Abeno — y con solo verlo, comencé a calmarme.

— Hola Hanae. Traje cerveza — dije mientras mostraba la bolsa y sonreía.

— ¡Qué bien! aunque soy poco tolerante con el alcohol. Pero por favor pasa — estaba tan concentrado en él, que por poco pasó desapercibido la presencia de moja, el cual se encontraba frente a mi esperando por mi saludo.

— Hola moja, como has estado pequeño.

— Está feliz de verte

— Sí eso parece, ¿y tu padre? — preguntó, mientras nos dirigimos al living.