Senderos de amor [Abeshiya]

Capítulo 4

[Haruitsuki Abeno]

Solía ser un niño lleno de energía, con el paso de los años tome la vida con seriedad, pero sin perder de vista lo que me hacía sonreír. Desde que tengo memoria Zenko siempre ha sido parte de mi vida, prácticamente vivía por ella.

Pero un día, apareció Hanae. Recuerdo que quedé fascinado con esos ojos azules, no había visto algo igual. Pero cuando Zenko comenzó a pasar más tiempo con él que conmigo, los celos se apoderaban de mí; hasta que comprendí que lo que ellos estaban formando era un lazo de hermanos y que no podía quedarme atrás.

Con el tiempo Hanae y yo nos convertimos en grandes amigos, desde primaria íbamos en el mismo grupo. Su compañía ya era algo cotidiano en mi vida y creía que las cosas se quedarían así por siempre.

Pero mi cariño por Zenko comenzaba a tomar otra forma y en secundaria descubrí que estaba enamorado de ella. Por eso la cuidaba tanto como Hanae lo hacía, cuando ella ingresó a la preparatoria, comenzamos una relación, era muy feliz, pero al mismo tiempo sentía que algo a mi alrededor estaba mal. No me di cuenta de ello, hasta que ya era demasiado tarde.

Él comenzó a distanciarse de nosotros, entendía sus razones y agradecía que quisiera darnos espacio como pareja; pero incluso las cosas que solíamos hacer los tres, se volvieron solo actividades entre Zenko y yo. El único tiempo en que lo veía era en el salón, actuaba normal pero al mismo sentía que se estaba construyendo una barrera entre nosotros, el primer indicio de ello fue cuando comenzó a llamarme por mi apellido. No supe como reaccionar, quería preguntar porque de repente estaba siendo tan formal, pero no tuve el valor para hacerlo; en su lugar fue mi novia quien lo cuestionó por ello y la respuesta que recibió fue:

"Ahora eres su novia, debes ser la única que lo trate con tanta familiaridad"

Ambos pensamos que eso era absurdo, pero lo conocíamos, sabíamos que su forma pensar estaba sujeto a tener la a ella como su prioridad; por lo tanto no tuvimos más opción que aceptar sus razones.