Capítulo 14

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[Kya Jones]

Hanae se negaba a decirme las razones por las que había regresado a casa, intuía que algo malo había pasado, pero sobretodo que aún no le decía nada a Abeno. Por esa razón le pedí hablar con él; mis sospechas fueron comprobadas en cuanto Abeno entró a la habitación, pude ver culpa en su rostro. Tomó asiento en la silla que se encontraba a mi lado derecho, pero no emitió palabra alguna, así que decidí iniciar la conversación.

— Hola Abeno.

— Hola, Hanae me dijo que querías hablar conmigo.

— Así es.

— ¿Estás segura de esto? Considero que sería más prudente que descanses, lo necesitas — seguramente Hanae le había pedido que no dejara que me agitara, lo que él no sabe es que cuando me lo propongo puedo ser muy voluntariosa.

— No, ya estoy cansada de eso, hace mucho que he limitado mis actividades, para ahorrar energía, para tener más tiempo y hacer las cosas que más amo. Ese tiempo fue suficiente, no necesito alargar lo inevitable, se podría decir que estoy lista para dejar este mundo.

— ¡Por favor no digas eso! Si Hanae te escuchara, se pondría triste.

— Tienes razón, justamente él es el motivo de que quiera hablar contigo.

— Necesito contarte la verdad de nuestro matrimonio. Es una historia un poco larga, podrás escucharla por favor. — asintió y empecé mi relato. Considere que la mejor forma de empezar, era por él día de mi boda.

El día que nos casamos era soleado, nuestra ceremonia fue pequeña, porque la única familia que tenía era mi amigo Hanae y la familia de él, no estaba de acuerdo con nuestro matrimonio, así que solo fue Hanae y un par de colegas. A pesar de ello, nuestra boda fue hermosa, la recepción fue en nuestra nueva casa, recuerdo que estuvimos como locos para que estuviera lista para ese día y Hanae jamás se negaba a ayudarnos.

Estamos muy agradecidos con él, primero porque fue nuestro casamentero, segundo porque sin importar cuán ocupado estaba siempre estuvo ahí para nosotros y tercero, pero no menos importante, por ser el hermano que jamás creí merecer.

Después de nuestro octavo aniversario se me detectó esclerosis múltiple, debido a que se diagnóstico a temprana edad, con el tratamiento, podía prolongar mi calidad de vida. Cuando lo supe, sentía que caía por un precipicio, pero Leandro no me dejó caer, su presencia, su amor y su apoyo incondicional; me sacaron adelante, enfrente la situación con optimismo, valentía y ganas de vivir; para ser feliz con el hombre que más amaba.

Pero la vida se ponía en mi contra una vez más conmigo y dos años después un accidente me arrebataba lo que más amaba; entonces el precipicio se volvió más profundo sin punto de impacto. Su muerte me había traído una fortuna, para que mantuviera el tratamiento, hasta el final; pero sus padres no estaban de acuerdo con ello y quisieron impugnar su testamento.

Para entonces estaba cansada de pelear, no quería saber nada del mundo, ni siquiera seguir viviendo; así que les cedí el dinero y la casa; estaba en la calle, pero no me importaba, estaba preparada para reunirme con él.

Hasta que alguien más me sostuvo la mano, alguien que siempre ha estado ahí para mi, pero que el dolor no me dejaba o tal vez no quería verlo. Hanae, me hizo entrar en razón, me recordó que la voluntad de Leandro es que luchará hasta el final.

Volvimos a vivir juntos, me enfoque en mi trabajo para no ahogarme en el dolor de no tenerlo conmigo y seguí con el tratamiento. Tras un año de su muerte mi cuerpo se debilitó más, me era imposible mantener el ritmo de trabajo, así que tuve que trabajar desde casa y bajo proyectos. Eso provocó cambios en mis ingresos y por ende en las especificaciones de mi seguro médico, el cual se estaba volviendo insuficiente para mantener mi tratamiento.

Senderos de amor [Abeshiya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora