La novia de los villanos (La liga de villanos x tu)

cap. 11

Narra __________:

Sentí unos labios presionando los míos cuando recordé la travesura que hice ayer de quedarme encima suya, a lo que fingí no saber nada y levantarme como si fuera un día mas, bosteza y me siento encima de el, cerca de su entrepierna y estiro mis brazos provocando que mi camiseta por llamarlo de alguna manera se subiera hasta los limites de mi sujetador, cosa que no dejo indiferente al temible villano.

Hizashi: Cada día me das una sorpresa mas, caramba cariño, hoy si me has sorprendido con ese cuerpo que tienes, cada día te vuelves mas bella, además de lo bella que eras antes -y se sentó haciendo que yo me echara un pelín para atrás para que no me cayera y nos dimos un buen morreo antes de levantarnos, el tenia una reunión con el doctor espía y yo tenia que entrenar, salgo de la habitacion y entro a la mía para cambiarme, hoy me toca entrenamiento con Mrs. Compress, ya que ayer a las 5 am o eso dijo Hizashi antes de irse, había venido de la misión de infiltración en California, y el estaba encantado de entrenarme.

Sali de mi habitacion ya vestida, fui al salón y desayune con Touya, Shigaraki y Kurogiri, que me contaron que el todavía seguía dormido, y yo les conté sobre mi cita, mientras compartíamos de boca a boca nuestro desayuno, Kurogiri no compartió ese momento pero si se atrevió a hacerme un Katsudon para desayunar, mi comida favorita, cosa que me hizo feliz.

Media hora después, sale Mrs. Compress vestido con su habitual traje de villano y pasamos el portal hasta un salón vacío, este salón tenia una bolsa de boxeo y algunas cosas mas de entrenamiento, me gire para verle y el ya estaba cambiado, solo llevaba unos pantalones cortos de boxeo y una camiseta en forma de "V" sin mangas, se acerco a mi y me llevo a la bolsa de boxeo.

Mrs. Compress: Bien empecemos el entrenamiento pero antes de nada me gustaría que me llamaras por mi nombre cuando estemos a solas, okey, ya que siempre que hablamos me dices Mrs. Compress o señor y me siento muy alejado de ti, por si no lo sabes, me llamo Sako Atsuhiro -me dijo mientras  se colocaba detrás de mi- Hoy te enseñare auto-defensa - y comenzó la clase, yo intentaba hacerlo todo sola pero también acepte que me ayudara con los pasos que no me salían, el siempre y solo conmigo fue dulce y paciente, siempre que hablábamos sobre apuestas el sacaba una baraja de cartas y jugábamos con ellas a diferentes juegos que se podrían encontrar en un casino de gama alta, donde villanos o héroes reconocidos y millonarios apostaban cantidades suicidas en juegos de estrategia complicada pero fácil de descifrar si eras como el, aunque también me sobreprotege mucho de Toga y Dabi, y eso me da a ver lo celoso que esta ya que nunca pero nunca se pone así con alguien ni menos la expresión corporal que tiene.
Su tacto era suave cuando tocaba mis brazos o piernas para colocarlas en su sitio adecuado, todo con una elegancia que mis mejillas salían vapor de lo rojas que estaban, y para explicarme el ejercicio se apegaba su voz a mi oreja, de tono suave y varonil, parecida a la de Dabi pero esta no tenia esos toques ásperos en la voz, sino que era mucho mas elegante que el propio Monoma envidiaría tener, Ahg ese mocoso, como lo soportare verle aunque tenga que actuar como si no le conociera.

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Dos horas después, le pedí un descanso y el acepto amablemente, me tire en una colchoneta gorda que estaba un poco alejada del saco de boxeo y me quede tumbada allí, el se acercaba sentaba en la colchoneta, estábamos sudando y con la respiración agitada, y yo con el mas mínimo interés de que se quedara de espaldas a mi le tire de su macizo hombro para atrás para que su cabeza estuviera en mi barriga.

__________: Quédate así, es lo mejor que puedo hacer para recompensarte todo lo que me has enseñado hasta ahora -le dije, el me miro y aclaro su garganta-.

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Sako: Creo que hay mejoras formas para recompensármelo -dijo de forma coqueta para darme a entender que era algo de doble sentido, yo  levanto su cabeza de mi barriga y le planto un beso violento, contenido en estos últimos días por no haberle visto o confesado antes, el se levanta todavía siguiendo el beso y se puso encima de mi de forma que mi pobre culito rozaba su entrepierna tan notable, el seguía el patrón de mi beso, que era violento, desesperado, lujurioso pero siempre demostrando afecto y amor, ya cuando no teníamos mas oxígenos en nuestros pulmones el me sentó a un lado y el se tumbo en mis piernas.