La bestia ha despertado

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Ben

Una semana ha pasado desde esa maldita tarde, una semana sin ver a mi amor, me estoy consumiendo la ira me invade.

Solo he conseguido que me conteste algún mensaje se que está enojada no debí prohibirle nada. Lo único que hize fue asustarla y alejarla de mi.

** Ben, tenemos problemas hay intrusos en los límites de la manada**

** Marck voy para allá**

Corto el link con Marck y dejó que Erik tome el control, me convierto en un gran lobo negro y salgo corriendo.

Vampiros y Rogers juntos nos atacan, son unos veinte y nosotros tres.
Mi beta, mi delta John y yo.

Una pelea muy dura, tenemos golpes y muchos cortes pero nada grave. Hemos acabado con todos digo.

- espera ese vampiro aún vive. Dice John.

Me acerco a rematarlo y de su boca salen unas palabras que me paralizan.

- Ella es nuestra, nuestra diosa volverá en la próxima luna llena a la vida.

Veo como se ríe, y de un zarpazo le arrancó la cabeza.

Mi juicio se nubla, me la tengo que llevar, la tengo que proteger. Da igual si no me habla solo quiero que esté segura.

- Alfha estás bien? Pregunta Marck

No, no lo estoy voy a por Anne y la llevaré a casa. Le explicaré a su tia.

Corrí y corrí la rabia y el miedo a perderla me hicieron más rápido, más fuerte. Hace unos minutos estaba en el campo de batalla y ahora en la puerta de su casa.

Himelda déjame entrar.

- Alfha ella no te quiere ver, respeta su decisión y dale tiempo.

Himelda ellos la han encontrado, el cerrojo de la puerta se abrió.  Con una  Himelda abatida.

- Pasa Alfha, vamos a hablar.

La puerta se cierra me indica que vaya a la salita y me pide que tome asiento, tarda unos minutos y vuelve con unas tazas de café y unas pastas.

Himelda no voy a dejar que le pase nada lo juro por mi vida.
Ella asiente con la cabeza veo que unas lágrimas caen por sus mejillas.

- ve por ella, es el momento, ella lo entenderá solo dale tiempo.

Me dirijo a su habitación, ella está dormida parece un ángel la he hechado tanto de menos, me ha dolido tanto su rechazó.

La cojo en brazos y la llevo a casa.
La coloco en mi cama y la dejo dormir.

Salgo al jardín y veo a Himelda lanzando conjuros de protección y ocultación a la casa.

- esto nos dará tiempo, hasta que podamos armar un plan. Dice con palabras entrecortadas.

Me despido de ella, no si antes prometerle que Anne estará bien. Y que mañana la llamara.

Ya veremos que pasa cuando mi fierecilla se de cuenta de que no está en su casa. Vamos a ver fuegos artificiales

El despertar de la Bestia ( Terminada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora