♤Malos recuerdos

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Miedo, mucho miedo...

Sangre en el suelo fue lo único que pude observar desde la distancia para que empezara a temblar mientras gruesas lágrimas caían por mis mejillas.

No... por favor, ellos no.

Avancé con temor esquivando los carros de policía y ambulancias estacionadas cerca, y los vi, entre toda la multitud, reflejados por luces rojas, azules y blancas.
Me quedé paralizada. Mis piernas no respondían, quería correr, gritar, llorar, pero las palabras no salían de mi boca.

-T/N: ¡No! -me desperté de golpe sentándome en la cama-

Mi pecho subía y bajaba a causa de mi respiración agitada. Lágrimas caían por mis mejillas y abracé mis rodillas poniendo mi rostro sobre ellas.

-Cinco: ¿T/N? -se teletransportó frente a mi cama. Al verme se acercó rápidamente preocupado-

Sentí una extraña sensación de hormigueo en todo mi cuerpo y empecé a quedarme sin aire.

No....

-T/N: Cinco... no puedo... no puedo respirar. -dije dando grandes bocanadas de aire que no lograban llegar a mis pulmones.-

-Cinco: T/N, tranquila, mírame. -se sentó en la cama frente a mi y me tomó de los hombros- T/N, estarás bien, estás hiperventilando. -la preocupación se veía en su rostro, haciendo que me agitara más-

-T/N: Cinco... voy a morir.

-Cinco: No vas a morir. Trata de tranquilizarte. Controlemos tu respiración, ¿okey? -asentí temblando- De acuerdo, ahora imagina hojas que caen de los árboles en otoño. Por cada hoja que cae vas a inhalar y exhalar pero despacio.

A ella le encantaba el otoño.

Solíamos ir al parque con una cometa para hacerla volar aprovechando el viento y luego de eso ir a casa a tomar un chocolate caliente. No era invierno, pero todos amábamos el chocolate caliente.

El miedo y tristeza invadió mi cuerpo y por más que trataba de tranquilizarme su recuerdo lo hacía imposible.

Voy a morir, voy a morir, voy a morir.

-Cinco: T/N, tienes que controlar tu respiración. Imagina las hojas cayendo. Inhala. -agitada obedecí mientras las lágrimas caían por mi rostro- Ahora exhala. -liberé el aire en mis pulmones- Muy bien, de nuevo. Inhala... ahora exhala.

Poco a poco logré calmar mi respiración sintiéndome más tranquila y calmada. Nunca me había pasado esto y tenía demasiado miedo. Minutos después, con mi respiración cada vez volviendo a la normalidad, Cinco se acercó a mi y me abrazó, y volví a romper en llanto.

Lloré ocultando mi rostro entre su cuello y su hombro. Él empezó a acariciar mi cabeza lentamente mientras susurraba.

-Cinco: Tranquila, tranquila. Solo fue una pesadilla. -susurró, con esa voz que siempre me hace sentir segura-

-T/N: Nunca me ha pasado esto antes. -dije calmándome un poco- Tenía mucho miedo.

-Cinco: Shhh. Está bien, tranquila. Todo estará bien mientras yo esté contigo. -dijo para empezar a cantar lentamente-

Hermosos recuerdos vinieron a mi mente mientras cantaba. Poco a poco fui relajándome y quedándome dormida, abrazada a él, escuchando los latidos de su corazón... me sentía bien, segura, acompañada.

-T/N: Te quiero... -mi voz sonó más como un susurro mientras me quedaba dormida, y Cinco respondió-

-Cinco: Igual yo, pequeña. -besó mi frente-

Me desperté por la luz del sol entrando por mi ventana hasta mi cara. Abrí los ojos lentamente y me senté en la cama tallándome los ojos con cansancio. Al acostumbrarme a la claridad de la mañana observé alrededor y encontré a Cinco durmiendo en el sillón al lado de la ventana.

Me dirigí al baño para asearme y darme una ducha. Al salir, me puse el uniforme y luego de secar mi cabello, bajé a la cocina, encontrándome a mamá.

-Grace: T/N, te despertaste temprano. -dijo sonriendo mientras preparaba el desayuno. Waffles, mis favoritos-

-T/N: Mala noche. -hice una mueca para prepararme una taza de café-

Y así volteé con la intención de seguir hablando con mamá, pero lo vi. Diego estaba bajando las escaleras, algo adormilado mientras se tallaba los ojos. Reí por lo bajo, evitando que me escuchara. Después de todos los conflictos, no sería bueno estar con él, sobre todo porque detrás de él bajaba Sloane de la misma forma. Ella se apresuró a tomar del brazo a Diego y ambos sonrieron.

Me limité a tomar un suspiro y no irme por la incómoda situación, sobre todo porque esperaba el café y Cinco y yo adoramos el café recién hecho. Miré de reojo la cafetera y el café estaba listo. Lo serví apresuradamente en una taza y me dirigí a las escaleras para subir de nuevo a mi habitación, pero una voz me detuvo.

-Diego: Buenos días, T/N.

Me quedé parada a su costado, con miedo a responder debido a la mirada confusa de Sloane. Estaba celosa. Sonreí burlona y respondí el saludo.

-T/N: Buenos días, Diego.

-Sloane: ¿Qué tiene de buenos? -bufó y fue a tomar un vaso con agua y sonreí, acto que imitó el chico en las escaleras-

-Diego: Buenos días, linda. -yo apreté mis labios al escuchar la palabra con la que primero me llamó a mi- No te molestes. -sonrió acercándose a ella y abrazarla para darle un beso en la mejilla. Sloane sonrió sonrojándose-

Dime, tú. ¿Qué tengo que hacer para que dejes de tener este efecto en mi?

Porque aunque estés con ella, no puedo evitar pensar en ti.

Subí a mi habitación y encontré a Cinco en el sillón, todavía durmiendo. Me acerqué a él y lo moví suavemente del hombro para despertarlo. Se acercaba la hora del entrenamiento y papá odiaba vernos recién despiertos y con sueño.

-T/N: Cinco, despierta. -susurré- Cinco, tenemos entrenamiento.

Al no despertar, hice aparecer un cubo de hielo, quien al tener contacto con mi mano, se empezó a derretir, haciendo que pequeñas gotas de agua cayeran sobre la cara de Cinco.

-Cinco: ¡Mierda! -se despertó de golpe asustado por el frío líquido- Dios, T/N, no asustes así-

Sonreí y le di el café. Él fue a su cuarto compartido para cambiarse y alistarse para el entrenamiento.

-Reginald: Posiciones. -dijo para que Diego y yo nos acerquemos- ¡Ahora!

Me le acerqué algo nerviosa pero alerta a todos los movimientos que el chico enfrente mío hacía. Durante las dos horas estuve evitando a Diego, peleando con sus hermanos y los míos, pero nuestro querido padre no se olvidó que faltaba que peleara con él.

Mierda.

Hice una pequeña bola de electricidad esperando a que Diego hiciera el primer movimiento. Él parecía despreocupado, como si calculara lo que iba a hacer.

-Diego: ¿Por qué no peleamos cuerpo a cuerpo? No quiero que te desmayes. -sonrió-

-T/N: Entonces deja tus cuchillos. -dije seria-

-Diego: Está bien. -tomó los cuchillos que tenía y los puso en el suelo, algo lejos de nosotros- Empecemos.

El chico sonrió y no hizo más que acercarse a mi lentamente. Yo, insegura, retrocedí cada vez que se acercaba, pero llegó al punto en que mi espalda chocó contra la pared.

De nuevo no.








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¡Doble actualización! ¡Yey!

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BY sⱥh͢͢͢zy

Escala de gris   -Diego y tú-  ☂️The Umbrella Academy☂️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora