LA DIFERENCIA DE UNA MUJER

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Las manos de Hermione estaban temblando un poco, tratando de quitarle la camisa.

Scorpius mientras dejaba besos en su cuello, enviando vibraciones de placer hacia sus pezones.

Luego sus dedos acariciaron su cintura por debajo de la blusa.

Hermione gimió por las sensaciones. Hacia tanto tiempo que no había estado con un hombre que donde Scorpius la tocaba y besaba se sentía arder y flaquear.

Él había tenido varias experiencias con chicas de su casa, siempre de cursos mayores, nunca era nada serio.

Ellas no buscaban algo formal y él tampoco, solo la experiencia de complacer a una mujer.

Quito la blusa de ella dejando un rastro de besos en su clavícula y hombros.

Deleitándose con su sabor y textura.

La oyó suspirar y supo que iba por buen camino.

Luego desabrochó su pantalón besando su vientre plano.

Hermione no se quedo atrás y levantónsu camisa por su cabeza retirándola.

Él tenía un pecho de infarto, formado por el Quidditch a lo largo de los años en Hogwarts.

Scorpius tenía una sonrisa socarrona al notar la mirada de Hermione.

Procedió a bajarle el pantalón. Un boxer gris adherido a su cuerpo saludó a la vista junto con una erección claramente visible.

_ Mi turno_ Scorpius bajó su pantalón y salivó al ver su hermosa ropa interior negra de encaje.

Después sus dedos engancharon el elástico de sus bragas y las bajó dejándo al descubierto su sexo depilado.

Scorpius casi cae de rodillas por deseo de querer poner sis labios entre sus piernas y probarla.

Pero sabía que debía ir despacio y con cuidado. No era una chica mas de Hogwarts, era Hermione Granger a quien deseó por dos años.

Dejó un rastro de besos desde su vientre hacia la parte frontal de su sexo.

Poco a poco separó sus piernas para posteriormente probarla.

Ella apretó su cabello cuando Scorpius chupó ávidamente su clítoris.

Los gemidos de ella lo tenían al borde y su cuerpo se retorcía buscando mas fricción.

Ella sabía lo que quería y lo buscaba con desesperación.

Hermione arqueó su espalda y lanzó un gemido muy audible.

Scorpius seguía atacando su centro sin tener piedad.

Cuando su respiración se normalizó un poco Scorpius se levantó y bajó su bóxer haciendo saltar su gran erección.

Luego sus manos fueron al broche frontal de su sostén y lo retiró.

Suaves pechos rosados lo saludaron y a los cuales atacó con sus labios hambriento.

Hermione le dió pleno acceso y de igual manera ella tocaba el cuerpo de Scorpius.

En un movimiento de giro, él quedó debajo de ella y Scorpius gimió por lo que sabía iba a hacer.

Hermione pasó su lengua por su pecho hasta su vientre y luego tomó su miembro en su boca.

Él llevó su cabeza hacia atrás.

El placer estaba en su máxima expresión.

Sus labios exprimian su miembro al bajar. Era una sensación totalmente diferente.

Ahí estaba la clara diferencia de una mujer y una chica.

_ Merlín, Circe y Morgana_ Scorpius estaba en el borde.

Hermione tocó sus testículos y él gimió apretando la colcha.

_ Ven aquí Hermione, quiero estar dentro de ti.

Hermione se separó un poco y labió sus labios.

Se sentó a horcajadas.

Ambos gimieron cuando sus cuerpos encajaron a la perfección.

Ella comenzó un lento vaivén que se convertía rápidamente en uno desesperado buscando mas fricción.

Scorpius tomó sus caderas instándola a moverse mas deprisa.

Hermione dejó caer su cabeza hacia atras mientras otro orgasmo atravesana su cuerpo.

Scorpius seguía invicto y los giró para quedar encima y comenzó las penetraciones a su propio ritmo.

Chupó sus pezones, su lengua les daba un toque que iba directamente hacia su clítoris.

Estaba construyendo otro orgasmo.

_ Déjalo ir amor, estoy cerca_ Scorpius la instó.

Hermione elevó su cadera un poco y ambos se alinearon. Mas placer para ambos que los llevó a un frenesí por la liberación.

Ambos gritaron juntos llevados por el orgasmo mas expectacular.

Luego él rodó a un lado sin querer aplastarla con su cuerpo y la arrastró con él abrazándola.

Scorpius estaba feliz, extasiado. Quería decir muchas cosas, pero se quedó callado no queriendo asustarla con sus sentimientos.

Se quedaron dormidos después de eso.

EL OTRO RUBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora