Rose | Ron & Hermione

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― ¡Estoy harta de ti Ronald! ¡Harta de que me menosprecies!―Hermione tenía lagrimas en los ojos, y estaba furiosa; Ron había cometido muchos errores con ella, desde llamarla insufrible hasta tratarla de traidora cuando fue al baile de navidad con Víctor Krum, pero eso si que no iba a soportarlo. Ya lo había visto demasiadas veces revolcándose con Lavender Brown por los pasillos, le dolía muchísimo, pero lo perdonó sin poner peros cuando lo vio en esa camilla después de haber sido envenenado... pero había una diferencia muy grande entre estar con Lavender, a estar con Lavender mientras era su esposo; ella no iba a permitir que la engañara.

― ¿Qué demonios te pasa? ¡Ya te he dicho que no ha pasado nada! ¡Solo nos abrazamos! ―Se defendió él, molesto.

―De acuerdo, ¿sabes? Víctor tiene un juego en Londres la próxima semana, tal vez vaya a darle un abrazo.―Remarco la última palabra enfadada.

― ¡Eso si que no lo harás! ―gritó Ron celoso.

― ¿Por qué? Creí que no tenía nada de malo abrazarse con un ex ―contradijo con molestia.

― ¿Ahora Vicky es tu ex? ―Las orejas de Ron se habían tornado coloradas. Estaba furioso.

― ¡Sabes que eso no viene a tema! ¡Me dejaste esperando!

― ¡Estaba trabajando, te dije que llegaría tarde! ―Hermione se cruzo de brazos.

―Si― dijo― se ve que Lavender te ayudaba mucho.―Añadió con mordacidad.

―Joder, eres insoportable ―Bufó Ron molesto― No sé por qué demonios me case contigo― Ron vio la mirada de Hermione ensombrecerse y enfocarse en otra dirección, dándose cuenta de que se había pasado. ―Hermione...

―Vete, Ronald ―susurró ella.

― ¿A dónde quieres que me vaya? ―preguntó, sabiendo que había cometido un error muy grave.

― ¡No me importa, al maldito infierno, solo vete! ―exigió. El pelirrojo notó su voz dolida; la voz que hacía años no escuchaba, esa voz con la que le había gritado cuando el volvió con ella después de abandonarla mientras buscaban los horrocruxes. Otra vez la hacía sufrir, otra vez su orgullo no le dejaba pedirle disculpas.

―Bien ―bufó―, como si quisiera quedarme. ¿Por qué seguía hablando? Esa maldita manía suya de sentir que el que mas hería, mas ganaba. Si así fuera, el habría ganado la medalla de oro, porque sabía que había lastimado a Hermione profundamente. Tomo su chaqueta y salió dando un portazo, Hermione se acostó en el sofá abrazándose a si misma mientras dejaba, por fin, correr las lagrimas.

Pasaron los días, Ron se estaba quedando en el caldero chorreante. Sabía que si les contaba a sus hermanos lo que le había dicho a Hermione comenzarían a reprocharle y exigirle que se disculpara, cosa que aun no tenía la menor idea como hacer. Caminó por el Ministerio esperando verla, pero no tenia caso, Hermione hacia tres días que faltaba al trabajo; algo muy extraño en ella que jamás faltaba a sus responsabilidades. Al menos, pensó Ron, Harry estaba de misión con un escuadrón de aurores en otra ciudad y tampoco tendría que darle explicaciones a él... Escuchó que alguien gritaba su nombre y se volteó esperanzado de que fuera su castaña, pero solo era Ginny que se veía extrañamente feliz, lo que faltaba, su hermana si le patearía el trasero cuando supiera lo que había pasado.

― ¿No estabas en Italia? ―preguntó confuso.

―Lo sé, tenía que cubrir un partido para el artículo, pero el partido se canceló porque los italianos no recibieron muy bien a los franceses ―rodo los ojos como si fuera cosa de todos los días―. Por cierto, ya se lo de ti y Hermione... ―Ron pensó que su hermana le soltaría un insulto, por lo que se quedo atónito al escucharla hablarle alegremente― ¡Felicitaciones! ¿Estás feliz?

Harry Potter, historias de un capítulo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora