La maldición del conocimiento

visita inesperada

- El frio viento de la noche, azota con fuerza mi cuerpo, haciendo un esfuerzo tremendo para acomodarme ante las cobijas rotas, pero no podía consolar el sueño, por mas que intentaba el efecto era nulo. Mi mente estaba inundada de pensamientos negativos combinado con las vivencias de mi pasado.

- (en voz baja): Oh dios, cuando será el día en el que deje de analizar todo. jejeje

- Con cuidado me levante del suelo al escuchar los golpes desesperados de la puerta principal del refugio, preparo mi arma con cautela y coloco su ojo en la mirilla, pero debido a los fuertes vientos de la noche y la neblina que empañaba el cristal no lograba divisar lo que veía, por lo que decidió con miedo abrir la puerta y estar preparado para todo lo que se avecinaba.

- (Tono amenazante): Eh? Qui-quien eres, y que es lo que quieres.

- ??? (voz femenina): Di-disculpe pero por favor, ne-necesito un lugar donde hospedarme.

- Lo siento, pero el sitio esta...

- ???:(Entre lagrimas y tartamudeo): por favor n-no tengo otro lugar a donde ir, ellos me mataran, me creen una hereje, pi-por favor solo por una noche. Te lo suplico

- Ella estaba destrozada, por alguna razón se cubría el rostro con una máscara blanca, pero podía sentir sus emociones, su temor, su ira, disfrazada por un rayo de esperanza que solo dependía de la decisión que tomaría, todos estos años de experiencia me han ayudado a desconfiar de las personas, pero había algo en ella, que me obligaba a confiar en su palabra.

- ¡¡¡: Esta bien, puedes entrar.

- Ella Al oír esas palabras, se quedo quieta, al parecer no esperaba un ¨si¨ por respuesta, pasaron un segundos parados en la puerta mirándonos fijamente acompañado de la desagradable brisa y el silencio perpetuo.

- ???: G-gr- gracias, que- que di.

- ¡¡¡: Shhhh, jamás.... Vuelvas... a decirme eso. ¿Quedo claro?

- ???: Si, l- l lo siento.

- No importa, adelante, que hace demasiado frio.

- E-esta bi bien.

- Vi lagrimas a través de su máscara, pero no fue de miedo, sino de agradecimiento, muchas preguntas pasaban por mi mente, primero, quien era ella? Cual era la causa de su tartamudeo, pero si hay algo que me quedo claro, ella no era como el resto de los parásitos de la sociedad, ella tenia miedo... ha sufrido mucho, y necesitaban alguien en quien confiar.

- (pensando): Al fin, después de tanto tiempo, ay alguien en este repugnante mundo, que vale la pena proteger, no se cómo, y no se porque, pero siento.... Que ella y yo, queremos lo mismo, algo que es un lujo para los vivos, y una bendición para los muertos.

                                              ¡paz!