Para la vida de muchos, el sufrimiento lleva a un sinfín de caminos envueltos en la agonía y la falta de aceptación de este mismo, tal como arrancar una flor de sus raíces esperando que su fragancia sea eterna, pero que se marchita con el paso del tiempo, al igual que como se atrofia la mente del inocente ante el hedonismo de las personalidades ajenas.
Lucy, una mujer en todo el sentido de la palabra, inocente en un mundo de perdición, caído ante la susceptibilidad de la evidencia vaga y el espectáculo inmundo demostrado por el sentimiento del ego.
Las criaturas que dependían del poder, terminaron sucumbiendo ante aquello que los alimentaba, aquellos que buscaban el poder para sí mismo se arrepintieron de tenerlo, el castigo que ninguno merecía pero que, de igual manera, todos recibirían sin chistar.
La semilla de la conspiración que resurgió en los caminos cimentados en el indiferente universo, procreado por el pensamiento infinito de lo que fue comandado, algo tan banal y trivial que ni siquiera para el más obtuso de los individuos en esta tierra mugrienta. ¿se le debería de llamar milagros?
milagro, solo puede compararse con la escasez del sustento, uno que no puede ser compartido, lo que dicta el corazón marchito que late con la luz tenue de la esperanza, que espera ser apagado por los vientos más mortíferos en las mentes de los perturbados sin amor.
Oh hacedor, cuanto mas debe sufrir el inocente, oh hacedor, cuanto más tenemos que rogar por el marchito sin afecto.
- Cuantas plegarias sin contestar.
- Cuantas mentes sin inspiración
- Cuantos guerreros derrotados por sí mismos.
Hace 15 años
Catedra de saint beller.
Una antigua institución que se encargaba de cuidar a los forajidos y desamparados escuincles de la ya dañada sociedad sin esperanza, una herida que no sana que coopera a la marca que no se desvanece en el canto de los clérigos, cantos que expresan la necesidad del deseo, el placer, la cercanía con lo inadmisible, solo un grupo de charlatanes que intentan relucir la falsa grandeza de su espíritu.
Un telón agujereado que oculta la verdad amarga de su propósito, el comercio de la falsa esperanza, el infierno disfrazado de refugio, víctimas de conciencia pura que presenciaron actos fuera de los llamados de auxilio y que nunca han sido escuchados, donde la susceptibilidad de las creencias resurgió siendo amamantado por la gran ramera.
Un día más, un día más, un día más, 3 simples palabras que no cesarían en la cabeza de una niñita, que con tan solo 3 meses en su nueva estadía, la hacían sentir las horribles penas que los curas y sus superiores le hacían a sus compañeros,
Lucy: ay, porque me golpean.
Clérigo= silencio niña, tú has cometido pecado al envidiar la flor de tu compañera, la envidia es un pecado grave que debe ser reprendido a toda costa,
Los golpes repetitivos que fueron acompañados por una cuerda ligera que rozaba la piel del infante, una lagrima que rodea la mejilla de Lucy, una evidencia clara de su inocencia, el dolor producido por sus marcas era como agujas que rozaban sus delicados nervios en su pequeño cuerpo.
- clérigo= espero que con esto no se te ocurra caer dos veces con la misma piedra Lucy, recuerda que esto es por tu bien,
Lucy: mi... mi bien...?- decía la infante agonizante en el piso de la catedral,, mirando de reojo al representante del creador.
-clérigo= el señor no te odia, el dolor que sientes es para que tu alma se acerque más a nuestro creador. El sufrimiento es la clave para ser susceptibles a su juicio y estar más cerca de su gracia divina. - grito con furor al cielo haciendo que el eco resonara por todo el complejo.
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La maldición del conocimiento
SpiritualEl constante deseo nos conduce a la locura, y la búsqueda del saber nos ayuda a despertar en la cruel realidad