capitulo 12: Peligro

111 21 12
                                    


- yo y Lucy estábamos acorralados y superados en número, yo podría encargarme fácilmente de ellos, pero me preocupa el estado de ella. Se podría notar que sabía pelear, pero también había una falta de experiencia en el uso de armas.

- Criminal 1: quítenles todo lo que tienen y quémenlos vivos.

- David a: no les dejare hacer eso bastardos.

- Criminal 2: argh ¡mis manos.

- Criminal 3: quien... quien es este monstruo.

- Empecé cortando los ligamentos de cada uno sin que ellos tuvieran tiempo para disparar o usar cualquier tipo de arma, gracias a las largas experiencias pude averiguar las debilidades más notorias del cuerpo humano y sus funciones. Después de varios minutos terminé cortándole el omoplato izquierdo al líder del grupo, manchas de sangre cubrían mi katana y adornaban el lugar, aunque, por mi seguridad pude mantener la compostura el tiempo suficiente para no recibir el placer por la caída de estos miserables.

- Fugitivo (jefe) e...eres, fu...fuerte. Jejeje, lo siento... teníamos hambre... tengan cuida...do, mas adelan...te hay grupos.... Muy peligrosos.... Suer...tee.....

- El ultimo suspiro del criminal resonó con rudeza sobre mis oídos, a pesar de que odiaba la injusticia y mataba a aquellos que ponían el peligro la vida de los débiles, siempre hay tiempo para que uno se arrepienta .... Incluso después de la muerte. Esa era mi filosofía. El resto del grupo murió por el desangrando. Sin embargo, decidí dejar mi katana a un lado y arrodille mis dos piernas en silencio, no por perdón, sino por respeto. Si solo hubieran sabido pedir las cosas no hubiera habido tanta sangre, pero creyeron que la fuerza se antepone a la inteligencia.

- David a: enfundando su katana) Lucy, te encuentra bi...

- Lucy estaba temblando y estaba cubierta de sangre, ella no pudo matar a ninguno de los criminales a pesar de usar todo el cartucho de su pistola. Su mirada estaba fija en mi. Ella tenía miedo, no de los criminales. ¿Ella? ¿Ella tenía miedo de mí?

David a: (acercándose a Lucy): Lucy, que es lo que pasa? ¿Por que tiemblas?

Lucy: (gritando) aléjate de mi, maldito monstruo

David a: por favor baja el arma. No quiero hacerte daño, nunca quise.

Lucy: aléjate o disparo demonio.

David a: no soy un demonio, soy tu amigo, por favor baja el arma esto no tiene por qué ser así. Tuviste problemas con el manejo del arma lo entiendo, puedo ayudarte con eso, pero no puedo si no me dejas acércame.

Lucy: perdóname (jala el gatillo) ....

David a: ...

Lucy: ¿yo... yo... tu... sabias que no tenia balas?

David a: usaste todo el cartucho disparando en el aire. Pero se puede arreglar.

Lucy: ¡no aléjate de mi por favor!

Ella me lanzo la pistola en la cara se fue corriendo en la parte opuesta del lugar. Ahora tenia dos problemas que resolver y no tenia tiempo para ello, entiendo su miedo, su hubiera sabido esto de antemano le hubiera dicho que se ocultara y se tapara los oídos.

David a: (gritando) Lucy, oye no estoy de humor para esto.

Lucy: no. Eres un monstruo un asesino.

David a: niña no vengas con eso, tus sabias de antemano que el viaje iba ser arriesgado,

Lucy: pero no sabía de esto, solo te seguí la corriente, pero tenía miedo.

David a: porque no me lo dijiste, te hubieras mantenido segura en el refugio con alguien de mi cargo resguardándote con los demás

Lucy: no confió en ellos,

David a: puede confiar en mí. Sabes que soy de fiar.

Lucy: ya no se si deba seguir confiando en ti David.

David a: (pensando) porque tengo el presentimiento de que ella vivía en una burbuja. (hablando) escucha por favor, se que tienes miedo, y la verdad yo también tengo miedo, miedo de lo que pasara con las personas que resguardo, miedo de las traiciones espontaneas. Tengo miedo.... Incluso de mi mismo. Escucha por favor, no te culpo, tienes dudas, estas asustada. Pero tienes que saber que así son las cosas y no puedo remediarlo... (suspira) aunque desde el fondo quisiera que así fuera.

En ese instante, Lucy salió de la oscuridad de un callejón, llorando silenciosamente y se abrazaba así misma. En señal de temor, cada paso de ella era tembloroso, su mirada agachada como la de una niñita esperando el regaño de su padre.

- Lucy: (entre lágrimas) perdóname por favor, no quise hacerte eso.

- David a: no te preocupes tranquila, tenías miedo, también es mi culpa al no anticipar este suceso. Por favor, no temas, yo no sería capaz de hacerte daño, pero no puedo estar en dos lugares al mismo tiempo, ¿te enseñare a usar las armas cuando crucemos la calle lateral y nos refugiemos en un lugar seguro que te parece?

- Lucy: sniff... si muchas gracias.

10 minutos después


- David a: listo, ya estas limpia, ¿y hemos cruzado la calle sin ningún problema, como te sientes ahora?

- Lucy: me siento más aliviada, mira hay un sitio en ese lugar donde podemos ocultarnos esta noche.

- David a: ¿hmm?... si es un antiguo departamento solo espero que sus cimientos no se derrumben.

- Lucy: vamos, rápido David, estoy muy cansada y quiero dormir un poco.

- David a: (corriendo) espera Lucy no corras, estoy cargando con las cosas.   

La maldición del conocimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora