La maldición del conocimiento

capitulo 10 condena

- Lucy: wow. dime que paso después.

- David a: yo... no, no ahora.

- Lucy: que? ¿Por qué no?

- David a. no me siento listo para proseguir con esto, y hemos perdido tiempo valioso, empaca tus cosas, debemos llegar al otro lado de la ciudad por los suministros.

- Lucy: ok, pero tú me dijiste que este sitio era peligroso.

- David a: conozco esta ciudad, tranquila, he podido encontrar varios atajos que nos guiaran a caminos más seguros de la ciudad en donde quizás no nos ataquen

- Lucy: ¿quizás? Eso no me da confianza.

- David a: es mejor que nada, ya debemos irnos. Prepárate ante lo peor niña.

- Lucy: tranquilo (saca una pistola) siempre esto preparada.

- David a: de donde sacaste eso.

- Lucy: se lo robe a uno de tus subordinados.

- David a: no vuelvas a hacer eso.

- Lucy: ok, ok ya estoy lista vámonos de aquí.

- David a: bien, (pensando): que extraño ella no parecía sorprenderle este tipo de cosas, quizás en algún momento del viaje le pregunte que paso con ella a profundidad, sus cortes, su repentina tristeza, espero sea sincera, ya que casi no confió en ningún otro ser humano, ni mucho menos ver a uno que tenga un corazón tan puro como ella.

- David a: iremos hacia el norte, en uno de mis viajes anteriores encontré una calle lateral que está bien oculta de la vista de los fugitivos, se encuentra a unos 20 kilómetros de nuestra posición.

- Lucy: ¿queeee? Eso está muy lejos.

- David a: no te quejes, debemos ser precavidos y no podemos confiarnos en la repentina falta de presencia en estos sitios de mala muerte,

- Lucy: no quiero caminar, podemos usar los autos,

- David a: créeme, he verificado, y ninguno tiene gasolina o un motor intacto. Busque en cada tienda abandonada una bodega con al menos una bicicleta o un repuesto para el vehículo, pero no hay nada que nos sirva.

- Lucy: no es justo.

- David a: descuida, no necesariamente debemos recorrer el camino de largo, podemos tomar pequeños descansos y continuar sin muchos problemas.

- Lucy: esta bien, pero ahora no tengo ganas de caminar, quiero... que tú me cargues.

- David a: ¿qué? Oye no estoy para juegos.

- Lucy: vamos, por favor, te prometo que te ayudare de alguna manera, no siento las ganas de caminar.

- David a: pero si las ganas de quejarte.

- Lucy: por favor....

- David a: argh.... Esta bien, pero solo durante 30 minutos. Luego seguirás de pie.

- Lucy: gritando: siiii, gracias, gra...

- David a: shhhh, silencio, intenta controlar tus ánimos.

- Lucy: perdóname. Lo siento

- David: no importa, ok sube a mi espalda tenemos que partir.

- David a: (pensando): en serio, no se porque me presto para algo tan estúpido. Pero debo cumplir mi promesa de protegerla y que este a salvo como el esto de refugiados.

- Lucy: oye si no te molesta, voy a dormir un poco.

- David a: (susurrando) floja.

- Lucy: ¿eh? ¿Qué cosa?

- David a: nada, solo pensaba en voz alta, descansa

- Lucy: ¿ok? Gracias.

- David a: (pensando) Uff. Menos mal no me ha escuchado, a decir verdad es mas liviana de lo que parece, no digo que sea gorda, sino que junto con su equipaje y lo demás no es tan pasado como yo creía, bien, debo ir hacia el norte.

- El camino fue mas despejado de lo que me esperaba ver, todo esta vacío, ninguna sola alma a la vista, con suerte podía escuchar solo el sonido del viento resoplando en mi rostro mientras mi nueva compañera dormía plácidamente en mi espalda, Lucy, lo dije antes y lo diré de nuevo, prometo protegerte de los que te causaron este sufrimiento, cuando ellos me conozcan, todos ellos... abrirán los ojos, y tendrán miedo, solo espero que tú,... no estés presente para verlo.

2 horas después

Pasaron un par de horas después de caminar exhaustivamente, para mi suerte termine cerca de un antiguo solario, al entrar las masetas estaban desquebrajadas y maltrechas, la tierra se esparcía por todo el lugar, deje a Lucy encima de una bolsa de abono para plantas. yo por mi parte, me quede reposando en la pared para recuperar el aliento, pasaron unos 30 minutos hasta que ella abrió los ojos.

Lucy: (despertando): que, ¿Dónde estamos?

David a: en un antiguo solario, como te encuentras.

Lucy: me siento llena de energía.

David a: me alegra escucharlo, ¿recuerdas que me dijiste que me ayudarías con lo que sea?

Lucy: si por supuesto.

David a: bien, pues te tengo un trabajito para ti,

Lucy: no espera, no voy a hacer eso, maldito asqueroso.

David a: ¿qué? De que estas hablando niña tonta, con trabajito me refiero a que cargues con tu equipaje para seguir con el viaje, me duele un poco el cuerpo, y no quisiera seguir sobre esforzándome.

Lucy: (sonrojada): oh Ehm, okey, no hay problema.

David a: gracias, espera unos minutos quiero recostarme para descansar,

Lucy: por supuesto, toma tu tiempo. (pensando): debo dejar de pensar de esa manera de David, no me ha tocado en ninguna de las veces que pude dormir, al fin dormí en paz, y debo ser más respetuosa con él, David, te estaré eternamente agradecida contigo, te convertirse en mi luz al final de este túnel que parecía infinito, al fin no me siento sola, me siento protegida, no temeré, no viviré con miedo nunca más, no seré una carga, prometo también proteger tu espalda... aunque eso signifique mancharme las manos.

-David a: hey Lucy, despierta.

Lucy: ¿ah? ¿Que?

David a: que bueno que reaccionas, tengo todo listo para continuar el viaje.

Lucy: ¿ah sí, sobre eso... cuanto falta para llegar al sitio que habías propuesto?

David a: calculo que otras 2 horas, así que tendremos que apresurar el paso ya comienza a atardecer,

Lucy: tienes razón,

David a: ¿tranquila Lucy, falta poco solo resiste un poco de acuerdo?

Lucy: si, así será

David a: muy bien, sigamos adelante. Pero primero saca alguna pistola del bolso, y guárdala en tu cintura. Debemos prever cualquier peligro.

Lucy: (sacando una pistola) listo. Bien vámonos. (pensando) no se como usar esto realmente, pero quizás no lo necesite, los lugares estuvieron despejados durante todo el día, solo espero no tener que usarlo y cometer un error fatal.