Parte 4: Recuerdos

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Luego de unos 5 minutos buscando una silla para sentarme en frente de ella, respire profundo y decidí pensar primero en lo que le diría, (pensando) (no puedo decirle mi vida de una vez, aun no confió en ella, empezare con lo obvio, si eso hare...) estaba perdido en los pensamientos cuando ella rompió el silencio de la habitación.

Lucy: y... ¿M-me v-vas a c-contar?

David. A: ¿Eh? Claro, por donde empiezo veamos....

Mil años atrás

- En un pequeño hogar alejado de las estancias de la ciudad, un joven de no mas de 23 años de edad, durmiendo plácidamente en su humilde habitación cuando empezó a sonar un despertador que lo obligaría a despertar para, afrontar la realidad y soportar otro día más.

- ¡¡¡:: (bosteza): Que va.... Otro miserable día.... Bueno al menos el día es bello. ¿Qué hora es? ¿Las 7:30? Debo levantarme rápido o llegare tarde a clases.

- Luego de una ducha rápida y un desayuno improvisado decidí comenzar mi día. Como todos los días, la misma rutina, estudiar, trabajar, almorzar dormir, al menos en mis pocos tiempos libres podía disfrutar de mi pequeño pasatiempo, la lectura... perderse en las historias de un mundo fantasioso y olvidarse de la realidad por unas horas, me ha ayudado mucho en un largo tiempo, pero siempre pasaba lo mismo día tras día, una discusión con mis padres... todo un tema trivial y carente de seriedad, pero no fue hasta dos semanas después en el que ellos cruzaron la línea.

- ???: hijo ¡ven aquí en este instante!

- ¡¡¡: Otra vez ustedes. ¿Qué es lo que quieren? Uff.... déjenme adivinar, ¿Hubo un rincón que no limpie? ¿El baño no fue trapeado?, ¿Platos sucios? ¿Comprar el pan?

- (Lucy): (RIENDO ENTRE DIENTES):  l-lo siento, sigue.

- David. A: bueno, como iba diciendo...

- ???: ¡Hazle caso a tu madre y baja ahora mismo!

- El grito fue intimidante, cuanto pude baje del segundo piso sin caerme con un peldaño de las escaleras.

-  Y ahí estaban esos dos... no bastaba lo que hacía por ellos, siempre pasaba algo que los incomodaba aunque el problema fuera increíblemente estúpido:

- (voz masculina): ¿Se puede saber qué es lo que hacías Muchacho?

- David a: Pues... leyendo, para que me llamaron. ¿Tienen algún problema?

- (voz femenina): Necesitamos tu ayuda, el baño se tapó.

- Lucy: .... No me causa gracia.

- David a.: Jeje... no fue un chiste, creme. 

- Lucy: l-lo que d-digas, pros-sigue.

- David a: ¿Eso es todo? Háganlo ustedes, yo iré al otro lado de la casa a leer. No puedo creerlo.

-Proseguí mi camino hacia la puerta principal, justo en frente de mi casa, la ventaja de esto es que estaba en frente de la costa, caminé unos metros y me senté en una roca para reposar mientras leía el libro frente las olas... pero como siempre, todos los momentos buenos son cortos.

-(voz masculina): hey. te hemos dicho que nos ayudaras deja ese estúpido libro.

-David a: Argh... oye,  Consíguete una mucama y déjame tranquilo, no puedo creer que me molestes por asuntos tan estúpidos. 

-(voz masculina): No tenemos dinero para eso, y tu dinero no alcanza.

-David a: ...

-(voz masculina): Solo... sepárate de ese libro y ayúdanos...

-David a: ...

-(voz masculina): Acepta la realidad y entra a la casa hijo, no seas idiota.

- David a: (exclamando): Ya la acepté, la realidad es aburrida, sin chiste, todos se preocupan por el tamaño del asunto, y no de la belleza de lo simple. La realidad es aburrida, por eso prefiero inundarme en mi mundo.

- Luego de decirle eso me aleje y llegue a las olas donde había un hermoso ocaso, uno que ya no se ve en estos días. daba paz, daba tranquilidad. Bueno, luego de esos días no hubo mucho que decir, solo monotonía, hasta que....

-(Lucy): ¿sí?

-David a: Hasta que....

-(Lucy): ¿Qué paso?:

-David: ...

-Lucy: ¿David?

- David a: Sabes, es algo tarde, duerme y no discutas, ¿escuchaste?

- Lucy: (tono triste): Si, gr-gracias por l-la historia.

David a: (pensando): ella, ella aun no esta lista, quizás nadie, ese... ese maldito, talvez no recuerda mucho de mi pasado pero ese recuerdo... ese maldito momento (entre lágrimas):fue lo que causo todo, algún día... algún día pagaras por lo que le hiciste a tus propios hijos, padre...

La maldición del conocimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora