2 - Hay que saber guardar las apariencias (+18)

78 7 5
                                    

-¡Y esto es por no tenerme miedo! -grité mientras le propinaba una fuerte nalgada a un Porco semidesnudo, que solo vestía su bóxer y que yacía acostado boca abajo con las manos atadas a los costados de una cama de hotel.

-¡Aghh, maldita sea! Ya, Alex. Me pegaste demasiado. ¡Desátame, que estoy muy caliente y quiero cogerte! -vociferó el niño Galliard.

Aunque no lo parezca, a Porco le encantaba que lo sometan, por lo que siempre que nos acostábamos me pedía que le pegase como si yo fuera su dueña.

A mi me excitaba de sobremanera verlo así, con los músculos de su espalda tensados y rojos de los golpes que yo le daba. Me encantaba sentirme en control y me mojaba más el simple hecho de verlo atado, por lo que me senté sin ropa interior sobre la parte baja de su espalda. Él podía sentir mi parte más íntima rozando su piel, la cual poco a poco se mojaba más y más. Y eso, eso lo volvía loco.

Lo desaté de ambos brazos como pude, porque honestamente no recordaba cómo lo até bajo el semi estado de ebriedad en el que me encontraba. Él rápidamente se levantó y me cargó en sus brazos. Me tiró de forma brusca sobre la cama y se acercó hacia mí para restringirme ambos brazos con sus manos.

-Ahora es mi turno -expresó Porco colocándose sobre mi y mirándome fijamente- Oye, pero aquí hay algo que no está bien.

-¿Qué cosa? -contesté aún con sus brazos restringiendo los míos.

-Tú te desnudaste por completo cuando yo estaba atado y no vi estas marcas que tienes en los pechos. ¿Todavía sigues acostándote con Reiner?

-¿Cuál sería el problema? -respondí un tanto enojada.

-Ninguno. Solo dile que no te deje estas marcas -expresó Galliard, acariciando suavemente mis senos- No debes dejar que nadie te haga esto.

Podía apreciar ese lado inocente de él todo el día. La manera en la que me cuidaba era tan encantadora que yo solo pensaba en quitarle ese bóxer y brindarle el mejor sexo oral de su vida.

Y así fue que me deshice de su última prenda, queriendo complacerlo oralmente, pero él se negó a que lo haga.

-No creo que aguante mucho más. Necesito metértela lo antes posible. Hace mucho que no lo hacemos y me estás volviendo loco -me respondió sancando de su pantalón un par de preservativos- Pero sí sabes lo que quiero que hagas.

Era obvio que a Porco también le gustaba que le coloque el preservativo. Además, era como un amuleto de buena suerte para los dos, ya que hubo un par de ocasiones en donde se lo puso él y el anticonceptivo terminó dañándose. No pasó a mayores porque también tomaba pastillas anticonceptivas desde hace un buen tiempo.

 No pasó a mayores porque también tomaba pastillas anticonceptivas desde hace un buen tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los Pecados de Alexandria (Alexandria's Sins) [Levi/Reiner/Porco/Zeke x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora