10.5 - No existe calma antes de una tormenta

16 3 0
                                    

Me quedé helada por una fracción de segundo. ¿Me habían descubierto? Imposible. Si ese hubiese sido el caso, ya habría estado enterrada cinco metros bajo tierra.

-Eren era mi compañero de primaria -atiné a contestar recordando que efectivamente fuimos compañeros hasta los 10 años- Era él, el muchacho que estaba en tu casa, ¿verdad?

-Las preguntas las hago yo ¿Y por qué me mientes? -regañó Ackerman.

-No te estoy mintiendo. Él sí fue mi compañero -reafirmé levantando la voz- De hecho, solíamos jugar juntos porque su hermano era mi niñero y me llevaba casi siempre a su casa ¿Por qué importa si lo conozco?

-Eso no te incumbe -sentenció.

-Ackerman, no te entiendo ¿Cuál es el problema? -pregunté con miedo a la respuesta.

-Te diré cuál es el maldito problema, Zeke, el hermano de Eren -aclaró con seriedad.

-Si ese es tu problema, arréglalo con él. La última vez que lo vi tenía 11 años, y tampoco me llevaba muy bien con él -mentí- No sé qué demonios te traes, pero desafortunadamente no puedo ayudarte.

-Tsk. Te veo mañana en el set -dijo cortando la llamada.

El alma me volvió al cuerpo estando al borde del ataque cardíaco. Estos episodios sorpresa seguían ocurriendo y aparentemente no iban a terminar. Era hora de volver a terapia y no había duda de ello.

Las mañanas veraniegas hacían que mis neuronas mueran una a una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las mañanas veraniegas hacían que mis neuronas mueran una a una. El rancio humor de Ackerman tampoco ayudaba a pasar las horas más calurosas de la mañana. Por suerte, no recurrió a preguntarme acerca de nuestra pequeña charla telefónica de la noche anterior, pero aún así debía tener cuidado.

-Si, no tengo problema con el horario. Necesito un turno lo antes posible -hablé por lo bajo, respondiendo a una llamada que había hecho minutos atrás.

-Entonces, la doctora Reiss la verá a las 6 de la tarde -afirmó la recepcionista al otro lado del teléfono- ¿Eso sería todo, señorita Cane?

-Si, muchas gracias -corté la llamada, dirigiéndome al área de grabación del set.

Estaba reacia a aceptar que debía volver a mis sesiones otra vez. Me había autoconvencido de mi "alta" de hace casi tres años atrás. Pero no podía seguir mintiéndome. Es decir, mis tendencias de flagelación física habían vuelto a reflotar, arañando mis dedos, rascando mi cuero cabelludo constantemente y pellizcando mi piel hasta el enrojecimiento. ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Había vuelto a perder el control de mis emociones?

Me perdí en mis lagunas mentales por un momento, hasta que Ackerman me sacó de mi estado casi inalterable de indiferencia física.

-No estoy enojado -anunció de repente, hablando bajo por las filmaciones que se encontraban en curso.

Los Pecados de Alexandria (Alexandria's Sins) [Levi/Reiner/Porco/Zeke x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora