CAPITULO 5

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En estos momentos Poché podría decir que estaba feliz. Era el primerdía en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperandoentrar al cine. Los días anteriores las tres chicas, especialmente ella yLaura, habían sido atormentadas por las chicas del instituto. Se podríadecir que era una venganza por lo de la última vez, pero esas chicaseran muy resentidas, demasiado, la mayor parte de sus recesosterminaban en el baño o comiendo detrás del edificio.

Por fin hoy era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dosamigas, ya que Poché no podía quitarse de la cabeza a una egocéntricachica de ojos avellana. 

Especialmente esta semana tuvo una actitudmuy irritante, en los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella yen la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó ahablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la  ventana y dándole la espalda a Poché. Ella se convencía a si misma queel cambio de actitud en Daniela era simplemente porque quería ganarmás popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y másporque no había hecho nada que enfadara a la castaña.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigas, Suspiraron las tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas deacción. Era el amor platónico de Laura, a María José le parecía atractivo, perorealmente su amor literario era y siempre seria Percy Jackson; Si esechico fuese real, hace años que lo hubiera despojado. 

Tomando encuenta que era tan sólo una chica de catorce años, aunque dentro de unmes, después de acabar las clases, cumpliría los quince, todo se fue algarete, al salir de la sala de cine. 

-Chicas ¿quieren ir al baño?- preguntó Kim, sorbiendo el refresco por lapajilla.

-No, ¿y tú? - le preguntó Poché, divertida al ver a su amiga rubia asentirfrenéticamente.

-Pues claro, si te tomaste los tres vasos- 

-Las palomitas me dejaron sedienta- dijo botando el vaso en una papelera,después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras les decía: -Ya vuelvo, iré a depositar.- 

Eso logró que Lala hiciera una mueca y riera seguidamente, Poché estiró los brazos y en verdad tenía frío, a pesar de que llevaba unachaqueta encima, la ojiverde sonrió al escuchar lo que dijo su amigarubia, ella y sus comentarios eran peor que la propia María José,  Se podríadecir que Laura era la más inocente del grupo, aunque ella a veces no sequedaba atrás.

-Oh, mierda- murmuró Lala mientras sus mejillas se encendían, debía deser grave ya que eran pocas las veces en que las que su amigamaldecía. 

-Son ellas- le susurró a Poché acercándose, observaba haciaun punto frente a ellas.

María José intentó buscar a quien se refería y observó con horror que allíestaba el pequeño grupito del colegio. Obviamente reconoció a Daniela de primero (Claro que lo primero que pensó era que estaba hermosa y elcorazón comenzó a latirle con fuerza, era muy imbécil la niña) Despuéslogró ver a Samuel (uno de los chicos que las fastidiaban en el colegio), aBrad (otro) y obviamente a Pau y a Valeria, intentó parecer segura,para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo, sóloesperaba que ellos aún no las hubieran visto. 

-Descuida Lala, Ellas... - no pudo terminar de hablar ya que su amiga no laescuchaba. 

Sus ojos cafés estaban clavados en la latina, que en estos momentosreía por algo que había comentado Pau. Lala parecía realmentehipnotizada, mirándola, y Poché tuvo que sacudirla por el hombro paraque volviera su atención a ella. 

RIVALES | CACHÉ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora