EXTRA #6

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Daniela estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Cómo no? Hace unos dos días, la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida. Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Vale  y a Laura por ganar como reinas del baile.

Aunque el acontecimiento principal de aquella noche, fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado María José, su Poché. Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobra decir que también se dieron varios besos, Calle amaba los suaves labios de la ojiverde.

Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Poché la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida. En realidad, fueron dos baldes, para rectificar. Una nunca sabe. Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas. Daniela tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor. Andrea alzaba una ceja, riéndose un poco. Calle evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Poché, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría.

Y lo menos que necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Mafe seguro estaría montando una fiesta de celebración pero a German no la agradaría la idea. Prefería decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada, o cuando Poché se dignará tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.

El domingo fue lo mismo, Poché no podía dejar sola a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Daniela sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la ojiverde.

Sospechaba de cierta latina. (Nah, fue Juliana Calle)

Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas, todos debían saber que entre Daniela Calle y María José Garzón había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más. 

Daniela estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos verdes y sonrisa angelical.

-Estoy frustrada- fue el comentario inútil que hizo la chica castaña.

-¿Por qué?- Vale estiró los brazos, ella también esperaba a Lau.

-Hace dos días que me he besado con Poché y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces-su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos, mientras movía la pierna -¿Qué se supone que somos ahora?-

-¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas?- la latina tentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos avellana asesinarla y alzó las manos -No me mates, era broma. ¿No querrás dejar a Lala soltera, verdad?-

-Le haría un favor- rodó los ojos.

-Pff, claro- chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás -Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo-

-No le deseo tanto mal, Valeria. Espero que no existan dos como tú, con una me basta- Daniela movió las manos, esperando que la latina se picara.

-¡Oye! Que tú no eres Miss simpatía- le dio un golpe en el brazo, la castaña sonrió -Soy increíble y estoy segura que Lala piensa igual- 

Una voz tras ellas respondió, divertida.

-Tienes razón, Vale- Laura sonreía con dulzura a su novia, la sonrisa resplandeciente de la latina se mostró en sus labios -Eres maravillosa- se sonrojó.

RIVALES | CACHÉ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora