08: 𝖓𝖔 𝖒𝖊 𝖙𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊𝖘

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CASSANDRA

Al despertar sentía un cuerpo muy pesado encima de mí. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que Jaden estaba encima de mí.

Recuerdo haberme quedado abrazada a él pero en ningún momento que él se echara encima de mí. Me estaba quedando sin respiración, pesaba como un toro y todo por sus estupendos músculos. Necesitaba salir de allí si no quería salir aplastada.

- Jaden.- intenté llamarle para que se moviera pero fue un intento nulo ya que me abrazó a él y rodó conmigo por la cama.

Bueno, al menos no estaba debajo de su cuerpo y sin oxígeno.

- Jaden...- le sacudí por los hombros.

- Cassandra...- usó mi mismo tono.

- Será mejor que te vayas.- él abrió los ojos al instante y me miró.

- ¿Y si no quiero? - sonrió malvado.

- Que alguien nos va a ver y van a empezar a rumorear y no quiero eso.- respondí mirando hacia otro lado.

- Si quieren chisme, yo se lo doy encantado.- me cogió de las caderas y quedó encima de mí, esta vez sin aplastarme.

Mi pulso empezó a acelerarse por solo ver la intensidad con la que me miraba.

- ¿Nerviosa Cassie? - preguntó cogiendo mi mandíbula con su mano.

- Quítate Jaden, no quiero que entre alguien y nos vea.

- Cierto, deberíamos dejar que entren cientos para que vean el espectáculo.- su sonrisa perversa no se borraba del rostro.

Escuché como alguien tocaba a la puerta llamándome levemente y giraba la manivela.
Miré a Jaden con horror y sorprendida y este parecía disfrutar con la situación.

- Métete debajo de la cama, ahora.- le susurré empujándole por los hombros y este negó casi riendo.- Vamos Jaden.- casi le supliqué.

Josh era quien estaba al otro lado de la puerta y si viera esto no me lo perdonaría jamás, sobre todo por el efecto de la maldición.

- Me quito con una condición.- se acercó a mis labios y la puerta estaba casi abriéndose.

¿Por qué la puerta parecía moverse como si no quisieran hacer ruido y Jaden actuaba tan tranquilo sin temor a que nos vieran?

- No, ni de coña.- respondí sabiendo cuál era su trato.- No te confíes Jaden, que estemos malditos no significa que vaya a caer en el juego, lo de anoche fue un error, nada más.

Pude ver un atisbo de molestia en sus ojos. Supongo que ninguna chica le había rechazado hasta ahora.

- Y ahora, o te metes bajo la cama o te tiras por la ventana con tres pisos de altura. Tú decides.- le empujé por los hombros y fui a levantarme para terminar de abrir la puerta.

Pude escuchar a Jaden soltando maldiciones por lo bajo mientras yo le daba pequeñas patadas a la cama para que se callara.

- Hola enana.- me saludó Josh sujetándome la cintura y dándome un beso en la mejilla.- me estaba mordiendo la mejilla interiormente porque sabía perfectamente que tendría que mentirle y eso no me estaba gustando.

- ¿Qué haces levantado tan temprano? - pregunté siguiéndole.

- ¿Temprano? - me miró con el ceño fruncido y un semblante divertido. Se tumbó en la cama.- Son las doce, Cass.- sonrió mientras tiraba de mi mano para que me tumbara encima de él. Casi pude escuchar las ganas de reírse de Jaden.

LA MALDICIÓN DE LA CORONA [MALDITOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora