Parte 9

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Besos cálidos sobre sus labios, era tan tierno pero demandante a la vez, no quería abrir los ojos y pensar que esto era solo un sueño, un sueño donde deseaba quedarse para siempre.

Lo amaba, desde la primera ve que lo vio en su transformación, aunque son pocos los recuerdos bajos de su niñez donde el hace mención que la conocía desde pequeña, ha tratado de forzar su mente, pero es inútil, solo importa este momento, sus brazos sobre su delgado cuerpo

Él es tan romancito en su forma de tocar, suaviza con sus nudillos sus mejillas mientras la besa, el alcohol en su sistema lo ha traicionado, tomando algo que tal ve pueda arrepentirse después

_Amaya_ susurros en su boca_ mi dulce Amaya

Ella abrió los ojos, sosteniendo su rostro sus ojos azules, no pierden detalle de sus labios, esos que acaba de besar.

_Ducan te amo_ lo beso

Bajo su mano acariciado sus muslo, ella lo inclino sobre su cadera, dejando tocarse, tenía un remolino en su estómago, lo quería tanto, su lobo solitario. ella seria quien curara sus heridas

Con cuidado la desvisto dejándola expuesta ante sus ojos azules, ella se tapó sus pechos, pero él no lo permitio deseando ver, se quitó la camisa junto con sus pantalones hasta quedar completamente desnudo ante ella.

Se asustó un poco, sabia como era un cuerpo de un hombre, pero él... para ella era perfecto, tan perfecto que sus manos temblorosos dudaron en tocar sus pecho, pero al hacerlo su simple piel logro que el gruñera posesivo deseándola desde hace mucho, limitándose en su mente que solo era una niña, pero verla así desnuda freten a sus ojos despertó el deseo contendió de tomarla.

Metió uno de sus pechos en su boca, ella curveo su espalda ante la reacción de su boca, dejando sensible su pezón, pasando al otro masajeando, succionado hasta dejarlos tan erectos.

Bajo encaminado hasta su ombligo, mientras el calor de su centro despertaba la humedad, ella se tensó al tener su lengua hasta su vientre, quiso detenerlo pero él no se lo permito, abriendo sus piernas, si ser rudo, beso su capullo rosado, soltando un gemido la loba

_Du...Ducan... ahh_ no pudo decir más cuando su lengua entro en su interior

Provo su sabor y sabía que desde este momento seria imposible dejar de comérsela, lambio succiono sus labios vaginales hasta jugar con su botón sensible, estaba desesperada, sin saber que pasado con su cuerpo.

Metió su pulgar y junto con su lengua estimulo hasta que las contracciones en sus paredes se contrajera, Amaya tomo su cabello oscuro aferrándose en que parara, pero el introdujo más su dedo hasta el borde de probar su liquido orgásmico.

Volvió a subir, sin dejar de dar besos hasta su cuello, beso su clavícula hasta morder su barbilla, ella lo recibió gustosa sus mejillas estaba por reventar y su cabeza daba vueltas.

_Eres mi Amaya, solo mía_ gruño volviéndola a besar

Tomo su falo en dirección de su entrada, empujo un poco, su estreches provocando que estuviera un poco incomoda, trato de apartarse, pero ella se lo impido, no deseaba que parara, sino continuar, lo alentó que siguiera, se aferró a sus hombros, ante la estocada profunda rompiendo su tela en interior en una sola, ella se ahogó con su grito, le dolía mucho, pero no quería que él se alejara, no ahora.

Se movió despacio pero con estocadas profundas, se aferró con sus piernas en su cadera , ante las embestidas del supremo, que jadeaba en cada oscuridad de su canal, se aferró , estaba loco su olor era tan dulce tan puro, que sus ojos cambiaron aun dorado tan hermosos ante los ojos de Amaya, que busco sus labios,

Destinados El alfa supremo libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora