Parte 22

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Duncan había cambiado con Amaya, después de aquel lugar donde el demostró que la necesita, el no paraba de besarla donde sea, Amaya estaba en las nubes, y su corazón de loba latía como una bomba de tiempo.

Como no iba amar a su compañero de vida, por el tiempo que fuera, no para de observarlo mientras el cortaba con el hacha trozos de madera. Las noches empezaban hacer oleadas de frio, no porque fueran lobos no sentían el frio, pero altamente sentía que algo en ella no estaba bien.

El supremo sonrió como ella sostenía un libro fingiendo que lo leía, pero en radiad lo mirando con esos ojos hermosos.

_Solo cortare dos troncos más_ comentó el supremo limpiando el sudor

_No crees que es mucha, digo como vas a meter todo eso, no hay mucho espacio Duncan

_Lo dejare en la entrada

_Pero no debe humedecer la madera o no servirá cariño será mejor que no cortes y entremos

El lobo sintió complaciendo su compañera en todo lo que demandaba, Amaya dejo el libro en la roca y fue hasta el para depositar un beso en su mejilla

_Te vez cansada_ comento el supremo al verla, su mirada estaba algo perdida

_Si algo no sé porque

_Crees que... ya sabes_ insinuó el lobo

Amaya hizo una mueca, han pasado meses, un embarazo no se acercaba en lo más mínimo, talvez al perder a sus dos bebes todo indicaba que no pasaría de nuevo, y aunque deseaba con todo su corazón tener un cachorro sin importar nada y sacrificar lo que sea por ser madre, su sueño aun no llegaba

_Imposible, mi loba lo detectaría ya sabes no se les escapa nada

_Entonces será mejor ir a dormir

_Yo no quiero dormir, quiero algo mas mordió sus labios con inocencia

_Así, y que quiere mi mujer

las mejillas de Amaya se sonrojaron, era tan difícil decirlo, tenían años juntos, pero eso no quitaba la pena como la miraba y lo que en verdad ella deseaba era a el

_no es necesario que me lo digas, lo puedo oler_ mordiendo su oreja

Llevándola entre sus abrazos hasta su nido, con cuidado como un frágil cristal la acomodo entre la cama, quedando a su lado deposito cada beso en su cuerpo, con delicadez la desvistió, pero él fue salvaje por quedar desnudo ante sus ojos.

_Creo que jamás me cansare de verte de esa manera_ suelta ella entre risas y mejillas rojas

_Así como te gusta verme_ se inclinó besando su cuello

_como lo estás haciendo_ paso sus manos por su espalda dejándose amar como él lo sabía hacer.

Amaba escuchar como sus gemidos, sus gruñidos al tomarla la hacían suspirar cada instante, las cosas cambiaron, de antes no quererla tocar para no lastimarla ahora él no se cansaba de tenerla así, hacerla suya, noche tras noche

_Te amo Amaya_ ella sonrió mirando esos ojos azules, los mismos que desea ver un pequeño cacharro.

Despertó en medio de la noche con un fuerte dolor estomacal, no pudo más depositando todo en la taza, sus manos temblaban por el esfuerzo que hizo, trato de levantarse, pero un mareo la hizo tambalear

Duncan está en la puerta mirándola, con cuido la ayudo a ponerse de pie

_Amaya

_Algo no me cayó bien

_ ¿Está segura de eso? Pregunto el supremo aun con la duda

Ella solo quería volver a dormir entre sus brazos.

Algunos días pasaron estando en la galería no pudo evitarlo más cayendo al suelo, Abraham llamo de prisa a los padres de Amaya, que la llevaría al hospital había sufrido un desmayo, pero todo para confirma que estaba en estado

Duncan entro a la habitación del hospital cuando al misma Lina fue a visarle, ese lobo no le gusta la tecnología o no contestaba el teléfono

Amaya estaba seria, no quería decir nada, su sueño llego ser madre, pero tenía una tristeza en su pecho, pero lo disimulo al ver a su ogro entrar desesperado por saber cómo estaba

_Amaya, en cuanto tu madre me dijo no pare hasta llegar

_Solo fue un desmayo, nada malo, pero aun así quisieron ver que ambos estuviéramos bien

El parpadea varias veces tratando de comprender, se pone de pie, me vuelve a mirar, y yo solo doy una sonrisa confirmando la notica también estoy que no creo que sea posible pero lo es

Levitt entra con un aparato de ultrasonido, con una sonrisa

_Vamos a revisar que todo esté bien allá adentro

Los ojos de Duncan no paran de abrirse más de lo que esta, y todo cambia en un giro inesperado cuando el corzo de nuestro bebe late apenas, está ahí una lagrima cae por mi mejilla

_Porque Sia no lo detecta _estoy confundida

_Si Duncan es supremo no vas a notar su olor hasta después del tercer mes y apenas tiene cinco semanas, deberás cuidarte mucho, tuviste dos abortos Amaya, y lo que menos debes hacer es cargar cosas pesadas, y tampoco alterarte_ eso lo dice mirando a Duncan

Mi familia no para de estar feliz, al fin seré madre, al fin mi sueño se hará realidad por el tiempo que crie a mi hijo.

Veo a Duncan serio y claro mi padre aun no quita la vista de mi lobo.

Solo falta mi hermano menor, pero están escurridizo que no quiere aun, y claro se siente joven para dar un gran paso, pero cuando el amor te encuentra ni para ningún lado hacerte.

Vi mi vientre crecer y tenía razón Levitt después del tercer mes Sia ronroneo al sentir a mi hijo, su olor era único un delicioso sauce desprendía de mi interior, tan fresco como también la madera recién cortada.

Hasta que el día que Duncan llegó alterado, caminando de un lado a otro, pregunte que tenía, pero no quería contestarme, solo estaba provocando mi nerviosismo

_Basta Duncan dime que tienes!!_ exigí saber

_Amaya, no quiero que me roben mi felicidad, nuestra felicidad que hemos pasado pasado por años esta vez no

_De que hablas amor, dime, que te tiene así, sé que Fernando te busco, pero mírate como estas

El me mira y sus ojos muestran, un rencor naciendo de nuevo

_Muriel... Amaya ese maldito regresara.

Destinados El alfa supremo libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora