Parte 8

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El corazón del supremo estaba conmocionado al ver a esa loba hermosa ahí mirándolo, sabía que estaba igual que él, trato de controlarse y no asustarla.

Se acercó a ella, la loba di pasos hacia atrás, tenía unos ojos hermoso, que la hacían recorra alguien, que dejo de ver hace mucho tiempo

Levanto sus manos tratando de no asustarla, ella se quedó quieta, al sentir las cálidas manos del supremo, y como el pasaba sus manos por su pelaje blanco

_Eres muy hermosa_ dijo con una sonrisa en los labios

Los ojos de la loba lo miraban, que se apartó corriendo de ahí.

Ducan se quedó observando como ella, se había alejado, tal vez la asusto y como su cuerpo fuera poseído, su lobo tomo su cuerpo transformándose corroía detrás de ella, hasta verla, apresuro sus patas hasta lanzarse con un salto cayendo enfrente de ella que logro la loba frenar.

La olfateo, siendo respetoso, la loba se quedó mirando aquel lobo grande blanco era igual a ella.

_Porque huyes_ dijo por medio de link_ no te voy a lastimar

_No huyo_ contesto la loba

_Eso no parece, sabes ciento que te conozco pero si fuera así me hubieras reconocido, pero no es así.

_No, se dé que hablas, solo sé que hoy tuve mi trasformación, y pareces mi loba dice que eres mi mate, pero tengo miedo

_ ¿Miedo porque?

_no lo sé, será mergo irme, debo regresar

_Espera...

_Lo prometo regresare, _ salió corriendo de ahí

Debería ir detrás de ella, pero tenía razón, en tenerle miedro no era una buena persona en hacer compañía.

Se quedó ahí, durante el resto del día, la noche y el siguiente día hasta que se volvió a transformar en su forma humana, se abrazó de rodillas mirando aquel cambio que tomo la loba.

Tal vez su destino era estar solo, había perdido a Mirseña, aquella niña jamás regreso, y la loba prometió volver, pero sus sentido auditivo se alertó al escuadra unos pasos y como unas hojas se quebraban ante algunas pisadas cercanas

Vio la silueta de una joven castaña, su olor... granada era ella la loba ¿Acaso? Hasta que la vio a unos cuantos pasos y se detuvo al ver los ojos

_Amaya, ¿Eres tú?_ dijo conmocionado el lobo

_Eres el lobo, no es así_ sonio con esa linda sonrisa fresca_ eres mi mate cómo te llamas

Ducan no entendió a que se refería acaso no lo recordaba

_No te acuerdas de mí, Soy yo, Amaya_ dijo pero no vio respuesta solo lo observaba

_Perdón no te recuerdo, solo sé que mi loba dice que eres mi mate

El lobo entendió que ella lo había olvidado, que pudo haber pasado para que ella no reconocerá, Amaya se puso a lado de él, sonrió como ella lo sabe hacer dando tranquil a todos quien conviven con ella, él se dio cuenta que era aún una niña. Solo había crecido un poco, también por ella misma se disculpo tuvo una accidente que algunos recuerdos son confusos, entendiendo el supremo tal vez lo había olvidado.

Cada día ella lo visitaba, no podían estar juntos no del almendra como un hombre y mujer, el prefiera que tuviera libertad, pero a veces era duro con ella alejándola a cada momento.

Los padres de Amaya notaron que todos los días iba al bosque y llegaba con sus mejillas rojas, y ese brillo en sus ojos, el único que conocía las emociones de Amaya era su hermano Ian.

Destinados El alfa supremo libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora