___ María Stark, hija del famoso millonario, Playboy, filántropo, Tony Stark.
Vive en un mundo jerárquico basado en tres grupos de personas.
Omegas Dominantes
Los omegas con más posibilidades en el ámbito de lo amoroso.
Desprenden feromonas fuertes...
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Narrador omnisciente.
Steve: No sé, pero estoy seguro de que Peggy no me utilizaría.
___: Sabes que, ya no quiero hablar de ese tema, es inútil de cualquier manera.
Steve: Yo. — No sabía que más decir.
___: No te preocupes solo ayúdame a pintar la pared.
Steve: ¿De qué color?
___: Blanco.
Steve: Bien.
Después de un rato de pintar las paredes acabaron, ahora el cuarto era de un completo color blanco.
___: Sabes, voy a tardar un rato, tengo muchas cosas que pintar, armar repisas, cambiar algunas cosas y eso.
Steve: Yo armo las repisas.
___: Ay, ni siquiera sé dé que hablar. — Pensaba.
Steve: Te digo algo. Ya no sé qué hacer. — ___ no hablaba, prefería solo escuchar lo que tenía que decir. — No entiendo que es lo que tengo que hacer, se supone que eres mi destinada y sé que no quieres hablar de esto, pero en serio lo necesito.
___: Está bien. — Lo miro sería. — Di lo que tengas que decir. — Empezó a pintar con café líneas irregulares, su propósito era hacer enredaderas de plantas.
Steve: Es que no sé cómo tratarte, sigo siendo nuevo en este mundo y Peggy, mi pasado aún sigue en mi cabeza. Y eso me frustra, porque te hago daño, además está el hecho de que tú solo eres una pequeña que ni siquiera ha vivido por completo, y que tal si sigo con el “destino” y te arrepientes de estar junto a mí. — Se quedó callado después de ver que ___ se volteaba molesta.
___: ¿Te preguntaré algo, en serio mi edad es tan importante? Sé que te pedí ya no hablar de esto, pero si fuera Peggy en este momento, ¿pensarías igual?
Steve: — Pensó dos veces que responder. — Sí.
___: Mientes, mi edad no es algo por lo que te debas preocupar, sé que a veces me comporto muy inmadura, pero he vivido más que algunos a los que considerarías mayores. ¿No quieres estar conmigo? Bien, pero no pongas mi edad de excusa, quieres sacar el pasado de tu cabeza, pero eso es imposible. Necesitas superarlo para que alguien más pueda entrar, no soy la persona mejor del mundo, pero creo que tampoco soy un asco, déjame ser la obscuridad de las personas que te lastimen, y la luz que te ayude a caminar por cualquier callejón obscuro. — Suspira y sigue pintando. — Esto es una mierda. — Susurra. — No te pediré nada. Puedes irte, yo seguiré sola. — Steve se quedó en su lugar. — Largo. — Un aura púrpura la rodeo.
Steve ni siquiera se dio cuenta del aura que envolvía a esa chica, solo percibió un aroma, feromonas como las de la última vez, de enojo y dolor, solo se limitó a mirarla y salió por la puerta.
