capítulo 37.

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Jesús: sí, sí quiero. -dijo mirándome mientras me ponía la alianza.
X: puede besar a la novia. -y nos fundimos en un apasionado beso, mientras todos aplaudían levantados.
¿Cómo os habéis quedado?
Bueno, hoy día 18 de Julio soy oficialmente la señorita Oviedo.
Han pasado tantísimos años.
Tantos que ya tengo 28 años.
Tantos que ya somos esposos.
Tantos que ya salimos de la universidad con nuestras carreras acabadas.
Tantos que me salen ya alguna que otra cana.
Tantos que Marina al fin se sacó el carnet de conducir, dicen que a la tercera va la vencida aunque a ella fue la segunda vez que lo intentó.
Y el mes que viene tienen fecha para sus bodas, fliparlo.
Bueno pues eso, que han pasado muchos años desde que no escribo.
Nuestro día a día es como siempre, tenemos algunos piques pero lo normal.
Jesús: ahora si que eres mi princesa. -dijo cogiéndome en brazos mientras pasábamos por el pasillo, al tocar salir de la iglesia bajé de sus brazos, dimos un paso y arroz caía por nosotros.

Nos montanos en la limusina que nos llevaría a una plaza preciosa para las fotos de la boda mientras la gente iba para el convite.
Jesús: nunca pensé en que llegaría a tener una relación tan larga. -dijo rozándome la mejilla suavemente.
Yo: jamás pensé tenerte para el resto de mis días. -dije besándole.
Jesús: ¿sabes? Dentro de nada esto será una familia, pronto por la casa habrán chiquitines correteando mientras la reina de la casa va atrás de ellos.
Yo: mis niños Oviedo.
Llegamos, nos hacimos las fotos, preciosas por cierto.
No os lo habré contando pero nos vamos de luna de miel a Italia, nos encantó a los dos por lo cual no nos lo pensamos dos veces.
No me puedo quejar, todo va sobre ruedas, vivimos juntos, tenemos trabajo los dos de lo que estudiamos, con lo que esta pasando el país eso es realmente encontrarlo, estamos muy agradecidos la verdad.
Nos hemos casado para tener nuestros futuros reyes de la casa ya juntos, lo estamos deseando ¿para qué mentir?

Subimos de nuevo a la limusina, me costó trabajo debido al vestido.

Llegamos al convite, el cual estaba animado, todos los familiares y amigos se saludaban, otros estaban a su bola.
Mandamos a que todos entraran al salón mientras nosotros los esperábamos en un escenario que había mientras preparábamos un vídeo que teníamos preparado desde que nos conocimos hasta hoy.
Todos tomaron asiento y antes de nada dijimos unas palabras.
Yo: agradecer a todos los que estáis aqui antes que nada, por todo el apoyo recibido.
Jesús: y que hoy 18 de Julio somos oficialmente esposo y esposa. -dijo cogiéndome en brazos mientras todos aplaudían.
Nos sentamos en nuestra mesa, en la cual estaban mis padres y abuelos, al igual que los de Jesús.
El vídeo comenzo, no podimos evitar tener nuestras mejillas humedas.
Es tanto tiempo, jamás pensé que esto acabaría así, pensaba que sería un simple rollo que no duraría ni un mes, pero fue todo lo contrario.
Termino y todos vinieron a felicitarnos y tal.
Los niños no tardaron en ir a las colchonetas que alquilamos.

Todo transcurrió muy bien, estamos agotados.
Y mañana tendremos que madrugar para la luna de miel, con sólo pensarlo me entra más sueño.
Jesús: ¿señorita?
Yo: señor. -y no tardamos en estallar a carcajadas.
Jesús: ¿esta lista para pasar su primera noche de casada?
Yo: sí, la diferencia será el anillo sólo.
Jesús: vamos a recoger que mañana nos estera un día largo anda. -dijo dándome un beso corto en los labios.

Yo quiero un mundo contigo. ×jdom×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora