Strong | Jasper Hale.

Capítulo 2

Esa tarde no quise saber más nada sobre visiones.

Con Jasper fuimos a nuestra primera cita como pareja oficial. Respetó el que no me gustara ir a cenas elegantes y me llevó a almorzar a un lindo lugar.

Tenía un raro presentimiento pero lo ignoré y entramos al local algo clásico y Jazz pidió una mesa apartada. Gracias a Dios, el día está cien por ciento nublado y húmedo.

Ya sentados, una chica se nos acerca con el menú en mano.

No le quita los ojos de ensima a el despeinado frente a mí.

—Estaré cerca por si están listos para ordenar. —deja los menús y se sienta, en efecto, cerca.

—Claro que lo estará. —murmuro entre dientes sólo para mí.

Tomo el menú con una sonrisa falsa.

—Oye, bonita... —aparto mis ojos del menú. —¿Recuerdas lo de oídos biónicos?

¡Rayos! Abro los ojos más de lo normal.

Se ríe por mi reacción. Volteo hacia la chica quién lo mira embobada por su sonrisa deslumbrante.

Me sale una especie de ruido desde la garganta. Es una especie de gruñido muy bajo.

Cualquiera creería que fuí criada por lobos. No puede ser.

Abro el menú amargamente.

¿Qué me pasa?

—Primera prueba como mi novia y ya hasta gruñes. —niega divertido.

—¡Claro que no! Yo nunca gruño. —miento. —En mi defensa, ella no me agrada.

—No la conoces.

—¿Y tú si? —suspiro y niego con las manos —Okey, sí. Sí gruñí pero fue inconscientemente y- ¿creés correcto estar tan cerca de una pareja y quedarte viendo a el chico?

—Es su trabajo, Dana —Oh, se divierte.

Hago un "Ok" con la mano y llamo a la mesera.

Lo peor es que es linda y seguro tiene muchos amigos.

Su trabajo es ser amable, no coquetear.

—¿Lista para ordenar? —me pregunta a mí mirándolo a él.

¿Pero y entonces?

Jasper contiene la risa. Sé que sabe cómo me siento ahora mismo.

—Si. Quiero lasaña, gracias.

Lo anota rápidamente en su libretita y vuelve a mirar a Jasper.

Otra vez siento el pequeño gruñido en mi garganta. Trago saliva para silenciarlo.

Esto es peor que salir con Dan; chicas sonriéndole todo el tiempo, dándole descuentos y sus números de teléfono.

Supongo que eso cambia al salir con la diosa de Alice.

Bueno, consecuencias de salir con galanes celestiales.

—¿Y tú? —le pregunta a él.

—Nada para mí, gracias. —responde formal.

Mala idea dejarlo hablar. Su acento la derrite.

¡No es justo!

—¡Qué lindo acento! ¿Seguro que no quieres nada?

Se apoya de la mesa muy cerca de Jasper con su cuello y parte de su pecho descubierto. Juega con su cabello.

Hale aparta la mirada y la pone en mi.