Strong | Jasper Hale.

Capítulo 13

Amig@@@@s, la narrativa de los siguientes capítulos van a ser como el anterior, como por ensimita para recortar camino...

Bueno, eso es todo, ¡Disfruten! Aaah

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La semana antes del baile fue una completa locura.

Personas invitando a otras al baile; los chicos cazando parejas para el baile, en su mayoría.

Unas cuatro chicas aprovecharon que Alice había "desaparecido" e invitaron a Dan al dichoso baile. Pero él tenía una promesa, Alice le había llamado días antes y le dijo que a las ocho del la noche del día del baile, ella estaría en su puerta esperándolo para acompañarlo.

Es que me dan ganas de llorar.

Son demasiado lindos ¡Incluso a distancia!

Danie se sentía feliz y nervioso.

Siguiendo por los rumores de la escuela, decían por los pasillos que Alice y Jasper se fueron a Francia dejándonos a mi hermano y a mí para poder ser una pareja.

Me da risa que se hayan tomado la molestia de suponer un país.

La creatividad e imaginación de los chismosos de Forks me llena.

Mike seguía insistiendo, me dan ganas de decirle “¡Si, ya, salgamos!” me da cosita... Es muy perseverante, ¿O será muy caprichosos?

En fin, el día del baile: mamá me insistió en ir.

No quería, simplemente no.

Ya Dan no iría sólo, le dije a Mike y a Eric que no iría (rechazando su invitación), me negaba a ir con el pelirrojo amigo de Dan y no iría sóla.

Eso sí que no.

Tenía un hermoso vestido dorado puesto mientras estaba en mi habitación mirando por la ventana.

Creía que así como Alice vendría por Dan, quizás Jasper también vendría por mi.

Así es, estoy molesta con él pero aún lo extraño. Me molesta y entristece seguir amándolo.

No sabía absolutamente nada de él.

Si hubiéramos tenido una relación en la que él fuera un humano normal, sabría cómo está gracias a las redes sociales, pero el anciano no tiene ni celular.

Abrieron mi puerta de golpe y me lancé las sábanas de la cama encima para cubrir el vestido.

Un hermoso Dan Taylor estaba con los ojos brillantes y la nariz roja, otra vez.

—¿Y si no viene? —preguntó.

—Deja de llorar, Danie. Si Alice dijo que vendría por tí, es porque lo hará. —lo animé desde mi lugar. —Nadie sería tan idiota para dejar plantado a semejante galán.

Se le escapa una sonrisa triste.

—Faltan dieciséis minutos y tres, no, un segundo, para que llegue. —dice mirando la hora en su reloj. Empieza a llorar. —¿Y si de verdad no viene?